En este artículo, y como ejemplo de un posible uso de un servicio de reproducción musical, haré referencia a una experiencia realizada con un grupo de alumnos y alumnas de la asignatura de Música, cultura y diversidad, del 3º curso de la mención de Música en la Escuela Universitaria de Magisterio de Segovia (Universidad de Valladolid). En una parte de la asignatura utilizamos el libro titulado Investigando los estilos musicales, de Roy Bennett, como material de apoyo para fortalecer los conocimientos y la cultura musical de los estudiantes. Quienes conozcan el libro sabrán que cada capítulo, dedicado a un período de la historia de la música (desde el Renacimiento hasta el siglo XX), se organiza en cuatro partes diferenciadas: una introducción; el desarrollo del tema; un apartado con un resumen de las características básicas de la música de la época y otro, titulado Estableciendo conexiones musicales, en el que se presentan obras de distintas épocas y estilos que, de un modo u otro, guardan relación con las del período estudiado.
Aunque el libro viene acompañado de dos discos compactos que incluyen todos los ejemplos comentados en el mismo, pensé que era una buena idea que cada estudiante fuese conformando su propio repertorio, no sólo eligiendo aquellas obras que, por distintas razones, juzgaba como más interesantes, sino también considerando las posibilidades de uso de distintos fragmentos o piezas completas en un aula de Primaria. (De más está aclarar que en esa etapa no harán una presentación cronológica de las piezas elegidas, sino que atenderán a otros criterios).
Con esta propuesta cada estudiante comenzaría a conformar su propio repertorio (que haría las veces de fonoteca); escucharía una amplia variedad de música para seleccionar los ejemplos más adecuados; conocería músicas distintas a las habituales e intentaría, como lo hace Bennett en su libro, buscar y seleccionar ejemplos estableciendo conexiones entre músicas de distintos estilos. Además, podría compartir su propia lista con la de otros estudiantes. La propuesta se concebía, además, como un proyecto abierto (es decir, que no finalizaría con la asignatura) y que podríamos retomar en el futuro completándolo, por ejemplo, con la selección de un repertorio de danzas, o de canciones infantiles o de cualquier otro tipo de música que fuese de utilidad para su trabajo como maestros y maestras. Además, como es evidente, supondría un recurso que podrían usar y modificar una vez finalizada la carrera.
Aunque algunos estudiantes conocían y habían usado con anterioridad servicios como Spotify, Goear o Grooveshark, otros lo hacían por primera vez. En clase, contando también con la opinión de aquellos alumnos y alumnas que eran usuarios expertos, decidimos utilizar Grooveshark.
Crear una cuenta y una lista de reproducción en Grooveshark
Como en cualquier otra herramienta o servicio de la Red, lo primero es crear una cuenta (ya sea introduciendo nuestros datos o usando una cuenta de Facebook o Google).
En este proceso habrá que elegir el nombre de usuario y completar otros datos. Con estos pasos habrá finalizado el proceso, aunque antes de comenzar a buscar o seleccionar música es recomendable actualizar el perfil y elegir las preferencias. (En clase usamos la versión gratuita, aunque Grooveshark ofrece, además, la posibilidad de crear una cuenta especial –Plus– o pagar una suscripción para escuchar música en dispositivos móviles).
Crear una lista de reproducción es muy sencillo y puede hacerse de distintas maneras, como podemos observar en este siguiente vídeo.
Compartir listas: Una opción de trabajo cooperativo
En la experiencia relatada cada estudiante elaboró sus propias listas y compartió libremente con algunos compañeros y compañeras las que éstos estimaban interesantes. No obstante, para el próximo curso, en el que volveremos a encontrarnos en una nueva asignatura, he pensado que la herramienta es también un buen recurso para el trabajo cooperativo, distribuyendo entre todos el tipo de canciones o repertorio a seleccionar y creando un banco de recursos colectivo. Esta opción es además interesante porque hacer una buena lista es una tarea laboriosa de la que pueden beneficiarse todos los integrantes de la clase.
Como en todos los servicios de la Red, el riesgo es que en el futuro desaparezca o cambien las condiciones de la herramienta con lo que podría perderse el trabajo realizado, no así la experiencia adquirida que pasará a formar parte del bagaje de cada futuro maestro.