En artículos anteriores analizamos cómo dichos instrumentos o sonidos son la seña de identidad de algunos espectáculos como Stomp o Mayumaná que inundan las salas de conciertos y apuntamos la posibilidad de plantear algo similar en las aulas. En este sentido, los secuenciadores de pistas se presentan como un poderoso aliado capaz de articular esta práctica instrumental. En anteriores posts hemos analizado este recurso, que a grandes rasgos permite la visualización de las diferentes pistas que componen un archivo de audio, donde cada pista corresponde a un sonido (por ejemplo un instrumento o voz) o a una fuente sonora externa. Del mismo modo se visualizan los parámetros que las afectan de forma global como el volumen, la entonación, el panorama, o el canal MIDI, así como los controles de reproducción (play, stop, loop, tempo, etc) y las funciones básicas de copiar y pegar, mute (silencio), mover partes, fusionar partes, etc.
En este sentido en este artículo planteamos poner esta herramienta al servicio de la práctica instrumental, contando como aliado con el teléfono móvil vetado de las aulas, pero tiene un gran interés como recurso tecnológico. Aprovechando la potencialidad de las últimas generaciones de terminales (smartphones y demás), podemos proponer a nuestros alumnos la grabación de sonidos del entorno que les resulten interesantes para posteriormente editarlos e incluirlos en producciones musicales propias de los alumnos. Con ello las plantilla tímbrica es prácticamente ilimitada si, a las habituales librerías de timbres añadimos aquellos sonidos captados por los propios alumnos (desde la voz de un compañero o cualquier sonido sugerente…).
Con ello planteamos un guiño a la música futurista de mediados del s. XX de Luigi Russolo, que abogaba por la utilización del ruido en la música y también a la música concreta de Pierre Schaeffer, que planteaba la grabación de sonidos ambientales o cotidianos para su posterior producción y edición musical. Pero por encima de estos apuntes estético-históricos, es una experiencia altamente motivadora para los alumnos por ser ellos los propios autores de lo que componen.
La herramienta que posibilitará todo esto (aparte de los teléfonos móviles citados), son una serie de aplicaciones que funcionan a modo de secuenciadores de pistas. Paso a detallaros algunas… Si bien están orientadas a la creación de la llamada música electrónica, puede ser un buen punto de partida de cara a nuevas estéticas musicales de mayor calidad. Por otra parte, es una estética de partida que a menudo tiene una muy buena acogida entre los jóvenes.
Tony-b
Este portal elaborado en flash, permite añadir ritmos y grabar nuestras mezclas para compartirlas posteriormente. Es bastante intuitivo; podéis consultar las obras que otros usuarios han creado, usando para ello el menú derecho de su página… El resultado es de estética dance/disco, aunque todo depende del autor. No obstante, es una estética motivadora para los alumnos desde la que partir a nuevas músicas de mayor calidad.
Beaterator
http://beaterator.rockstargames.com/beaterator.html
Otra aplicación flash más completa que la anterior (aunque algo menos intuitiva). Es un completo software de creación musical (teclado, secuenciador, editor, etc.) Permite el uso de tus propios sonidos (permite subir un máximo de 10 en formato wav) además de un completo repertorio… Cuenta con la colaboración en su diseño y concepción de algunos autores de música electrónica.
FlexiMusicBeat Studio
http://fleximusic.com/product/fleximusic-beat-studio-junior
Esta aplicación requiere instalación, aunque funciona de un modo afín a las anteriores.
Organizado por pistas y patrones, (cada pista contiene varios patrones distintos); se pueden agregar hasta 100 pistas diferentes.
Para ello cuenta con una biblioteca de sonidos, clasificados en familias de instrumentos.
El patrón es una fuente de música aplicada a las pistas para crear un archivo.
Por otra parte, la aplicación cuenta con múltiples muestras de ritmos para crear patrones. Además, permite personalizar cada sonido editando sus diversos parámetros. Finalmente el archivo creado puede guardarse como un archivo .wav.
HammerHead Rhythm Station
http://hammerhead-rhythm-station.softonic.com/
Otro más…. con multitud de sonidos diferentes y posibilidad de grabación. Dispone de seis canales separados, 29 sonidos de batería integrados, seis breakbeats completos y la posibilidad de importar sonidos propios, que es de lo que venimos hablando. Posteriormente se puede guardar las plantillas en ficheros .wav.
Elijas cual elijas, se puede aunar la práctica instrumental y las tics de una manera diferente que resultará muy motivadora para los más jóvenes.