Todas las superficies de la forma nos llegan a través del sentido de la vista. Observa estos dos ejemplos, podemos apreciar la suavidad de esta tela y la rugosidad del tronco del árbol con tan sólo mirar la imagen.
Sin embargo, otras superficies poseen una textura visual, es decir, si tocamos su superficie no nos aportarán ninguna información añadida.
En cambio, para apreciar en su totalidad otros objetos es preciso tocar su superficie para identificar como son. Si son lisos, ásperos, suaves, etc. Estas formas tienen una textura táctil.
Observa estos dos ejemplos. En el primer caso, la superficie tiene una textura visual. Se trata de una superficie decorada con una serie de formas y colores que podemos apreciar al primer golpe de vista. Si tocamos la superficie, ésta no nos aportará ninguna información.
En cambio, para reconocer claramente la superficie del segundo ejemplo, es necesario tocarla y averiguar así que se trata de una superficie rugosa y áspera. Esta superficie tiene una textura táctil.