Cada objeto o superficie tiene su textura. Sin embargo, establezcamos una sencilla distinción:
Texturas naturales son aquellas que tienen las superficies y cuerpos de la naturaleza: el tronco de un árbol, la piel de un animal, etc.
Texturas artificiales son aquellas superficies que tienen los objetos fabricados por el ser humano: la superficie de una pared, la superficie de un coche, etc.
A continuación te mostramos tres ejemplos de texturas naturales en la superficie de las nueces y en la superficie de la madera.
En cambio, el rayador posee una superficie o textura artificial creada por el hombre para que este objeto cumpla su función.