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Libro de texturas

Esta actividad consiste en diseñar un libro con nueve texturas, por un lado se diseñarán las texturas a partir de composiciones abstractas basándonos en la pintura matérica de los años 70. Se utilizarán herramientas de trabajo diferentes  a las habituales, se aplicarán las texturas con las manos, se rayará, rascará, se utilizarán técnicas de dripping, cepillos de dientes, etc…
Una vez diseñadas las texturas se maquetarán en un libro, en el que aparecerán las texturas, su composición, un índice, portada, y contraportada.
El diseño del libro será de forma libre pero todas las hojas deberán tener una coherencia formal en su diseño.

Como todo libro deberá tener una unidad en su contenido para lo que se partirá de un concepto. Al ser texturas matéricas basadas en obra abstracta, el libro deberá contar, a partir de estas imágenes, un concepto abstracto, a elegir por el alumno, puede ser un sentimiento (amor, odio, alegría, frío, calor) o una etapa vital, en el caso que nos ocupa es revelador para los alumnos poder contar sus experiencias vitales como la adolescencia, la amistad, el engaño, algún sentimiento que consideren suyo puede motivar a la hora de desarrollar la actividad. Es interesante que aflore la subjetividad del alumno y entienda este libro como un vehículo de lenguaje visual, a través de cada textura cuenta algo.

Material

A traer por el alumno:

Planteamiento

Por un lado se explicará la manera de realizar las texturas materiales y técnicas.


Tienen que hacer bocetos de diseño en cuanto a la distribución de los materiales en los cartones, este diseño tiene que seguir unas pautas y debe tener una unidad estética, es decir si se trabaja con formas circulares todas han de llevar este grafismo, es interesante y conveniente que antes de comenzar con la “cocina”, el profesor revise los bocetos realizados con lápiz y pinturas de palo, para que el alumno tenga una referencia y no trabaje de forma anárquica. El diseño formal también debe tener relación con el tema elegido para desarrollar el libro, por ejemplo si se quiere hablar del movimiento, las líneas empleadas en el diseño deberán representar el movimiento, mediante diseños con líneas diagonales, circulares, etc.. Por lo que los alumnos deberán haber conocido la capacidad expresiva de la línea (vertical, horizontal, diagonal). Al igual que es necesario que el alumno sepa las subjetividad del empleo del color (rojo = amor, azul= tranquilidad, etc).

Una vez encajado el diseño y el tema del libro, se pasará a la parte más creativa donde el alumno experimentará con los materiales reunidos y las posibilidades que estos pueden tener, mezclar unos con otros, y encontrar la manera de decir lo que se quiere  contar, es el momento de “cocinar”. Puede ser un momento muy rico para los alumnos que descubren en una mezcla de arena con témperas un acabado interesante para expresar lo que quieren. El empleo del color como una textura más, que se utilice del color con una intención que va más allá que el simple adorno.

Una vez acabadas las texturas llega el momento de la maquetación del libro, se pegarán las texturas sobre las hojas, que también estarán diseñadas y debajo, al lado o donde estime el artista se escribirá una pequeña explicación acerca de lo que se quiere representar y sobre el material empleado.

También irán diseñadas la portada y la contraportada, y se incluirá en el libro una reflexión del alumno acerca de la actividad realizada, que estará basada en los problemas encontrados, el nivel de satisfacción, si sus expectativas se han visto cumplidas, y aquellos datos que el profesor estime necesarios.

Teoría

A parte de los conceptos relacionados con la línea y el color, planteados en la descripción de la actividad y que son contenidos marcados en la programación de la asignatura, aquí planteamos material que puede suponer un refuerzo a la hora de plantear la actividad.

Lo mismo sucede con las texturas. Pero sería conveniente relacionar las texturas con las huellas, como se indica en las obras de Tàpies y se aplicarán a partir de rayados, barridos, chorreos.

Sería de gran ayuda comenzar a partir de obras concretas de artistas matéricos, para que el alumno tenga una referencia clara de lo que se le está pidiendo.

Proponemos dos, Tàpies y Manuel Millares. Consideramos que esta es una buena manera de acercar a nuestros alumnos a las manifestaciones artísticas del siglo XX, y en definitiva al arte contemporáneo.

Junto con las obras propuestas se añade un comentario sobre la obra, en el que se indica como se desarrolló a nivel técnico, que sirve como orientación práctica a los chavales, es importante que se incida en cómo pintaban estos artistas, herramientas, técnicas y que los alumnos intenten reproducir esas técnicas.

Manuel Millares

A partir de 1960, Millares continúa desarrollando su obra con la arpillera como soporte, textura y superficie. La tela se rompe con fuerza, se dobla y anuda creando un punto de interés  en un relieve con forma de cruz, destacado por el vacío central y las sombras que se generan. En las dobleces de la arpillera retorcida se añaden materiales de desecho como latas. La paleta cromática se reduce al blanco y el negro, maximizando el contraste, y dando relevancia al color del marco, que el hueco de la arpillera deja a la vista. El lenguaje plástico de Millares constituye lo que Moreno Galván definiera como un "anticuadro": una aparente negación de toda cualidad pictórica tradicional, para destacar con áspera violencia una metáfora de la barbarie e irracionalidad de la condición humana.

Esta obra, realizada por Millares el año de la fundación del grupo "El Paso", supone un avance más en su uso de la arpillera. Aquí tiene un papel primordial, ya que se introducen las bases del arte póvera donde destacarán el uso de materiales pobres, como la arpillera y elementos de desecho. Este uso personal del empleo del material dará un halo dramático a toda la obra de este artista.. Este cuadro mantiene todavía la concepción bidimensional que modificará posteriormente Millares cuando emplee relieves cada vez más acusados en sus obras de los sesenta. Los cosidos delimitan claramente zonas estructuradas según un equilibrio interno: El desgarro de la arpillera dará el eje central de las composiciones de las obras de Millares. El pintor enfatiza el sentido destructivo de las perforaciones, desgarros y burdos cosidos de la tela, que dejan ver el vacío o la pared. El color se ha reducido prácticamente al ocre natural de la arpillera, el blanco y el negro, aplicado éste de forma irregular, con grandes cantidades de pintura y drippings, creando líneas verticales y horizontales que inciden en el equilibrio del cuadro.

Antoni Tàpies

Tapies es un artista autodidacta. Sus primeras obras son retratos realistas con una fuerte carga expresionista. En 1947 conoce a Joan Brossa, a través del cual entra en contacto con los artistas que en 1948 fundan la revista Dau al Set: Cuixart, Ponç, Arnau Puig y Tharrats. Su obra está influida entonces por el surrealismo y el magicismo, creando mundos oníricos con personajes y objetos cercanos a la pintura de Paul Klee y Max Ernst. En 1950 se traslada a París  abandona el surrealismo para conceder una importancia creciente a lo matérico, buscando texturas con barnices, tierras y collages, rasgando el materia y construyendo superficies. El grafismo aparece por primera vez, siendo otro de los elementos significativos en su obra.. Hacia  los  años cincuenta se produce una clara evolución hacia un informalismo. Entiende el cuadro como un muro, una pared a la que la afecta el paso del tiempo. Los formatos se hacen mayores. A fines de los años sesenta aparecen puntualmente elementos figurativos en el lienzo: huellas a modo de símbolos, cargadas a veces de matices sociales y políticos, y en la siguiente década cobran mayor importancia al transformarse en objetos reales: periódicos, tela de saco, etc., anunciando aspectos del Arte póvera, materiales pobres y de desecho. 

Esta obra hereda del periodo informalista de Tàpies el interés por la expresividad de las texturas, cuya manipulación y desgarro constituyen para él una vía de conocimiento y una metáfora de la vida del ser humano. Aquí se represente el cuadro como un muro, una pared y la huella del paso del tiempo por el mismo, el desgaste. Tàpies emplea materiales varios, mezcla polvo de mármol con resinas sintéticas, y luego erosiona, araña y desconcha hasta crear en la superficie un mundo propio. Son superficies que funcionan como símbolos de sentimientos. El autor deja que el propio azar genere las texturas, es una pintura casual, donde el grafismo tiene toda la fuerza. Se crea un diálogo entre la obra y el propio artista, Tàpies se incluye en el cuadro dejando incluso la estampa de sus propias huellas. Aparecen las cruces, llamadas mandalas que se van a convertir en uno de los signos recurrentes en la obra d este artista catalán. Aparecen signos casuales, enigmáticos, realizados en el transito de una pared, alguien que pasa y deja su huella, podríamos hablar del concepto de graffiti. 

Las texturas

La textura es el elemento visual que se articula conjuntamente a las sensaciones de otro sentido, el tacto. Puede ser posible que una textura no contenga simultáneamente cualidades táctiles y posea únicamente cualidades ópticas, como sucede en una imagen, o cualquier tipo de fotografía.
Cuando definimos una textura como real, es cuando coexisten ambas cualidades, las táctiles y las ópticas.

Esta característica no sucede en otros elementos visuales como el tono y el color que pueden producir sensaciones completamente diferentes de forma individual al ojo y a la mano, táctil y ópticas.

Así pues las texturas pueden presuponer un sentido secundario, al percibirlas visualmente, como por ejemplo el papel de lija, por su aspecto, puede producir la sensación táctil, ya que tiene el mismo significado intelectual.

La textura tiene muchas definiciones pero de forma general se la podría definir, como el aspecto exterior o superficial de cualquier tipo de materia. Ya sea táctil o visual.

Pueden quedar determinadas por la manipulación artificial o natural de una superficie mediante signos que no alteren su uniformidad.

Todo lo que ve el ojo humano tiene una textura superficial, bien sean naturales o artificiales.


CONOCIMIENTOS TEXTILES

Relación de las texturas táctiles y ópticas

El juicio del ojo humano puede corroborarse con el de la mano, pero no siempre es posible tocar las obras de arte o los objetos con textura, por lo que la vista debe asumir el papel global de los dos sentidos, y la experiencia táctil se resume mínimamente.

Composición en las texturas

Las texturas están relacionadas con la composición de una sustancia a través de variaciones diminutas en la superficie del material.

En el arte contemporáneo las texturas se convierten en el eje central de la obra, la calidad de la  misma irá íntimamente relacionada con la calidad de las texturas ejecutadas.

Es un elemento de la comunicación visual y como tal genera sentido, significado. A través de este sentido la obra, a través de las texturas nos cuenta cosas, nos surte de información, generalmente de conceptos abstractos, intangibles, del lado de lo subjetivo, de la experiencia vital y de los sentimientos.

Por otro lado la textura puede funcionar para dar realismo de algunas superficies, imitando la huelle real.

Actualmente las texturas se falsean de forma muy acertada. Como ejemplo tenemos los plásticos, papeles impresos, materiales de construcción. De esta forma el significado de las texturas se resume únicamente a lo que percibimos por la vista.

LA TEXTURA EN EL ESPACIO

La textura, como hemos apuntado anteriormente, es un elemento morfológico de la imagen por esta razón está íntimamente relacionado con el color y con el plano.

Las texturas son capaces de caracterizar, en muchas ocasiones, la forma de las imágenes ya que densifica o espacia el fondo.


RELACIÓN DE LAS TEXTURAS CON LA LUZ

Las variaciones d e las texturas vienen relacionadas por el gradiante, pequeños puntos que unidos dan lugar a una imagen.

La textura, junto con la luz es el elemento visual, necesario para la
percepción espacial. Es evidente que sin luz no existe el color y por tanto la ausencia de la imagen, por tanto el color irá unido siempre a cualquier elemento morfológico dentro de la comunicación visual.



Manule Millares, Cuadro 122, 1962. Fuente: www.liceus.com


Manule Millares, Cuadro 48, 1957. Fuente: www.liceus.com


Antoni Tapies, Fuente: www.subcooltura.com

Desarrollo

Esta actividad es larga en su desarrollo, pero a partir de ella se pueden trabajar varias unidades didácticas y múltiples contenidos.

Trabajamos el color, las texturas, la línea, la composición, el diseño, arte contemporáneo, con esto lo que quiero decir es que la duración de la explicación teórica va a depender de los contenidos que se hayan impartido.
Consideramos conveniente que conceptos como la línea y el color, tan importantes en esta asignatura se hayan trabajado con anterioridad y de forma aislada.

Primera sesión
En Actividades como esta es importante generar ciertas expectativas en los alumnos para que el nivel de implicación sea alto.
También aconsejamos que quede lo más claro posible, e incluso acotada la labor a desarrollar, por lo que el desarrollo teórico aquí es muy importante.
Se debe de comenzar por hacer una proyección de obras, explicarlas a nivel técnico especialmente y que los alumnos tomen notas de herramientas para crear texturas, materiales, tienen que estar interactuando con el profesor, se puede ir preguntando con creen ellos que se ha creado esta o la otra textura o con que lo harían ellos y así ir confeccionando una lista de posibles materiales para ir recopilando y emplearlos en la actividad.
Materiales que se han de ir transformando en imágenes, en texturas.
Al final de esta sesión se explicará la actividad, y se dará una lista, añadida al vaciado de materiales, con el material necesario marcado al principio.

Segunda sesión
Con los materiales ya en clase es el momento de hacer bocetos, pensar bien el tema elegido y tener un esquema de cómo llevarlo a cabo.
El profesor irá preguntando, sugiriendo y corrigiendo a los alumnos, sobre sus propuestas, de tal manera que al final de la clase, casi todos estén sobre una idea.

Tercera sesión
Se debería de empezar la “cocina” y que cada alumno comience a desarrollar su proyecto, con coherencia formal y técnica. Se  marcará una fecha de entrega, en la que se recogerán los libros para ser calificados en función de aquello que haya marcado el profesor.
Se estima que a partir de este momento en cinco sesiones más la actividad puede estar terminada.