Para abordar un proyecto para una empresa lo primero será recoger la mayor cantidad de información sobre los intereses de la propia empresa. Saber para qué y para quien se trabaja es parte del éxito en el trabajo. Que quieren, cual es su filosofía empresarial, su imagen corporativa, cuanto están dispuestos a gastar, para cuando lo necesitan, etc.
Con todos esos datos el diseñador tiene más definido el objetivo y puede comenzar a idear bocetos realizando variaciones sobre alguna de las ideas. No bastará sólo con dibujar, acotar, y decidir colores. Tendremos que buscar y solucionar como se hará. Quien realizará cada una de las fases de nuestro proyecto y a qué precio. En el caso del ejemplo del envase para una caja-envoltorio de regalo habrá que acompañar el diseño de un estudio económico sobre el coste del cartón, el de la impresión, el troquelado del envase, y la mano de obra para el montaje.
Es conveniente hacer varios presupuestos con estudios comparativos sobre diferentes empresas y materiales resaltando ventajas e inconvenientes de unas y otras para que finalmente el cliente pueda elegir la opción que más le satisfaga.
No olvidaremos adjuntar los honorarios a los que ascenderá nuestro trabajo, que de ser tan profesional, merecerá seguro la aprobación del interesado.