Cualquier empresa que pretenda lanzar un nuevo producto al mercado o mantener cierta cuota de ventas sabe que deberá invertir gran parte de sus recursos en grandes campañas publicitarias que van desde las distintas formas de publicidad gráfica: vallas, carteles, folletos, hasta los anuncios en radio y televisión. Hoy día si un producto no se anuncia es como si no existiera.
Aunque el producto sea el mismo, la manera de presentarlo en un medio u otro es distinta. De todos los medios la publicidad televisiva es la que reúne un mayor grado de complejidad. Grabar un anuncio es como rodar una pequeña película en la que tanto las imágenes como el mensaje elegido son determinantes para el éxito de la campaña publicitaria. Muchas veces la relación entre el gasto de creación del anuncio y el éxito no es paralelo. Anuncios muy caros tienen muy poca repercusión en el mercado mientras que otros de 'ideas felices' alcanzan éxitos insospechados.
La planificación de un anuncio comienza con la búsqueda de la idea. Los creativos de la empresa analizando el producto, el tipo de público al que va dirigido y los estudios de mercado buscan alguna forma de contar una historia que capte la atención del espectador. Con la idea, los comienzos como para cualquier historia cinematográfica es la elaboración de un guión literario.