La textura moiré que trabajamos en tercero y con la que conseguíamos efectos sugerentes de inestabilidad y movimiento mediante la superposición de mallas y tramas lineales puede ser utilizada también en la escultura. Se trata de cambiar el papel por mallas metálicas o de plástico y así crear una textura táctil de efecto moiré en la que la luz jugará un papel importante.
Superponiendo trozos de malla en distintas direcciones, dejando espacio entre ellas y sujetándolas sobre el soporte con alambres y clavos puedes conseguir efectos como los que el artista granadino Manuel Rivera (1927 - 1995) inventó y desarrollo entre 1960-1991 en sus esculto-pinturas de mallas de acero convirtiéndolo en protagonista de muchas de sus obras.