La televisión es un medio audiovisual que integra a otros medios. La comunicación resulta, por tanto, muy completa y atractiva. Además, el acceso a la TV está al alcance del gran público. Por su gran poder de influencia en la opinión pública, es el medio de comunicación más controlado por el poder político, a través de disposiciones que reglamentan sus emisiones.
A través de la publicidad se financian las emisiones de TV, tanto públicas como privadas, siendo para estas últimas la principal fuente de ingresos.
Así, en líneas generales, en los intermedios de los programas de más audiencia, y según la hora de emisión, es donde los publicistas tratan de introducir su anuncio. Por el contrario, en los programas menos vistos, estará más amenazada su continuidad por la falta de inversiones publicitarias.