Con esta agrupación estos cinco centros de secundaria han conseguido algo que para ellos parecía lejano en la vida de los centros escolares: un aumento en la participación del alumnado en la vida del centro. Figuras como la de los delegados, que antes no se conocían casi ni las funciones, han adquirido relevancia. Actividades como la presencia de los alumnos en la Junta de Evaluación ahora están totalmente normalizadas.

El alumnado ha adquirido protagonismo en la vida del centro y participa activamente, lo cual supone un paso en la mejora de la convivencia. En cuanto a la asociación de alumnos los centros han intentado buscar diferentes estrategias para encauzar la participación del alumnado y en El álamo y en Talayuela se han creado dos asociaciones de alumnos después de un largo proceso con muchas reuniones previas. Además creen que estás asociaciones no sólo tendrá repercusiones en la vida de los alumnos y del centro, sino también en el entorno, puesto que se dará la oportunidad a los alumnos de realizar actividades en su tiempo libre que desarrollen aficiones y valores positivos.

Casi todas las actividades que han realizado implicaban de alguna manera el trabajo en equipo. Desde la preparación de las actividades en los grupos de tutores, hasta el desarrollo en las aulas, pues la mayoría parten de un trabajo individual o en pequeño grupo y una puesta en común en gran grupo,  clase. Muy interesante fue la creación de las comisiones para la preparación del encuentro que mantuvieron los centros, supuso un gran trabajo en equipo e interdisciplinar, donde no sólo estaban alumnos sino también profesores que trabajaban en colaboración con un objetivo común, y que tuvo repercusión en casi todas las áreas desde música, plástica pasando por ciencias de la naturaleza y lenguaje. Reconocen que fue una experiencia muy motivadora de la cual aprendieron para poner en funcionamiento otros programas y proyectos.