El espíritu con el que nace este proyecto ha sido el de crear una escuela inclusiva en la que participase toda la comunidad educativa. Centrado en el crecimiento personal y académico esta iniciativa se ha encargado de que todos los estudiantes tuviesen acceso a las mismas oportunidades. El horizonte, una enseñanza de calidad donde los miembros fuesen valiosos para el grupo y a su vez pudiesen enriquecerse de las aportaciones de los demás. Así lo recogen los profesores: “gracias a las agrupaciones escolares hemos podido comunicarnos con centros de otras Comunidades Autónomas y hemos plantado una nueva semilla, la inclusión, que esta creciendo y desarrollándose en estos momentos”.

Se han realizado tres encuentros en los que han participado alumnado y profesorado. Se han organizado actividades de comunicación no verbal, verbal, de escucha activa, juegos cooperativos, simulación de situaciones de ayuda y análisis de conflictos. También se han realizado varias actividades de formación y visitas culturales.

El impacto del proyecto en los diferentes centros agrupados ha sido notorio. Entre las actividades destacan las acciones formativas dirigidas a todos los sectores de la comunidad, el seminario Por una escuela Inclusiva en el que se realiza una primera aproximación a los conceptos de inclusión o un foro con padres y madres.

La evaluación ha sido muy positiva en todos los centros por parte de los profesores:"Este proyecto nos ha permitido favorecer el desarrollo individual y social de todos los implicados en el mismo, ya que hemos conocido y compartido otras realidades educativas diferentes a la nuestra. Por tanto, nos ha permitido crecer, formarnos y abrir nuestra mente”.