El proyecto ha tenido como objetivo básico compartir experiencias de convivencia. Su gestión ha tenido como eje principal la participación de los alumnos en la prevención y resolución de conflictos. Para ello, se ha dado prioridad a la formación de alumnos, en actividades de convivencia de los tres centros, y al intercambio de experiencias. Como gran objetivo, esta agrupación se marcó consolidar un equipo de mediación en cada centro, de esta manera con el  proyecto, su difusión y la realización de las actividades, consiguieron que los equipos de mediación fueran una herramienta de gestión de la convivencia, con el apoyo decidido del claustro y, fundamentalmente, en la participación y formación de alumnos mediadores y ayudantes.

Una evidencia clara de la repercusión del proyecto en la vida de los centros se encuentra en la alta participación e implicación de los alumnos en la convivencia del centro, sobre todo en el momento de detectar situaciones conflictivas, informar a los profesores e, incluso, actuar inmediatamente de forma preventiva aplicando las técnicas y estrategias aprendidas. Ello ha permitido que se reduciera el número de partes disciplinarios graves y el número de expedientes académicos incoados.