"Para
bien o para mal, no parece ser la metafísica el tema de nuestro tiempo,
ni siquiera uno de los temas de nuestro tiempo. Aquella "reina de las ciencias",
cuya precaria situación ya Kant denunciaba, ha ido perdiendo, a lo largo
de sucesivas crisis, no sólo la corona, sino también su carta
de ciudadanía en la república de los saberes, e incluso tal vez
su vida. Porque no se escriben hoy, por lo común, tratados de metafísica,
ni está de moda publicar o hablar acerca de los contenidos que son de
su competencia. La hora del crepúsculo ha llegado para ella. A la antigua
reina parece habérsele firmado un certificado de defunción.
Sin embargo, el presente libro nace de la convicción de que la muerte
de la metafísica es aparente. Un detenido estudio de aquellas corrientes
que parecieron determinar su situación crítica revela (...) que
no es la nuestra una época postmetafísica: que la situación
crepuscular en que nuestra "ciencia" se encuentra no anuncia la noche,
sino una aurora nueva, por usar la metáfora nietzscheana.
(...) Un análisis de las crisis nucleares de la metafísica en
la filosofía contemporánea, un análisis del empirismo,
el positivismo, el análisis lingüístico, el marxismo, la
propuesta nietzscheana, el racionalismo crítico, la hermenéutica
e incluso ese ambiguo fenómeno denominado "postmodernidad",
muestra que las razones por las que ha entrado en crisis el modo de pensar metafísico
no son concluyentes. Por el contrario, un intenso vigor metafísico late
precisamente en las mismas instancias que producían la crisis"
(CONILL, J., El crepúsculo de la metafísica).
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