Ruta 7 - Etapa 4 - Parada 1
El rechazo empirista de Hume

Completa las siguientes afirmaciones:

Comentario

Una de las razones por las que la metafísica entró en una profunda crisis con la modernidad es la oposición por parte del empirismo inglés que, desde sus comienzos, adoptó una actitud decididamente antimetafísica basada en su particular modo de explicar el conocimiento humano. Según el empirismo, el conocimiento tiene su origen en la experiencia sensible: el origen, validez y alcance del conocimiento dependen de los contenidos acreditados por los sentidos. Por tanto, cualquier intento de sobrepasar tales límites, tal y como pretende la metafísica, es eliminado del ámbito del conocimiento.

D. Hume deduce algunos aspectos de la filosofía de J.Locke y los radicaliza. Así, distingue entre las "impresiones" (sensaciones vivas) y las "ideas" (repeticiones, imitaciones o huellas de las sensaciones). El trabajo intelectual consiste en unir, disponer y modificar la materia acumulada por las impresiones e ideas. Hume se propone realizar el análisis de las ideas complejas que han constituido los fundamentos tanto de la metafísica occidental en general como de la metafísica cartesiana en particular: las ideas de sustancia, de existencia, de yo y de causalidad. Partiendo de sus presupuestos empiristas, Hume concluye que ni la idea de sustancia ni la idea de existencia ni la idea de yo cuentan con una impresión correspondiente. por lo que carecen por completo de realidad. En el contexto del fenomenismo y subjetivismo psicológico de este pensador, el concepto de sustancia es subjetivo, nacido de la costumbre de observar ciertas impresiones establemente unidas; el cuerpo no es sino una suma de impresiones; el "yo" no es sino un haz de percepciones. Así pues, el criterio de toda certeza es subjetivo y psicológico.

Hume dedica especial interés y atención en el análisis de la idea de causa y del principio de causalidad, ya que si consigue anular la validez del principio de causalidad, todo el conocimiento metafísico quedaría en entredicho. Según Hume, el principio de causalidad no puede probarse ni por medio de una demostración analítico-deductiva, ni es evidente por intuición inmediata. La idea de causalidad se deriva, pues, de la relación de contigüidad en el espacio o en el tiempo. La causalidad se basa en la mera sucesión de hechos, sin poder demostrar que haya conexión necesaria entre ellos. Por tanto, para Hume, lo único que la experiencia nos autoriza a afirmar es, por ejemplo, que un fenómeno A, el fuego, está relacionado por contigüidad y sucesión regular con otro fenómeno B, la sensación de dolor, pero en ningún caso nos autoriza a establecer que esta relación sea necesaria. Como el principio de causalidad establece una relación necesaria, tal principio no está justificado en la experiencia.

La percepción sensible únicamente nos permite corroborar la contigüidad y sucesión temporal de dos hechos, pero no su conexión necesaria. Dicha relación necesaria la establecemos mediante la costumbre o una tendencia subjetiva. El hecho de que los hombres tiendan a creer en la realidad de las causas necesarias de efectos tiene para Hume una raíz psicológica: es el hábito y la costumbre de ver una sucesión regular entre dos fenómenos lo que nos lleva a creer que el primer fenómeno es causa necesaria del segundo fenómeno.

En síntesis, ni la razón ni la experiencia autorizan a establecer conexiones causales necesarias. La idea de causa necesaria es debida a la conjunción de cuatro factores: la contigüidad, la sucesión, la regularidad y el hábito psicológico; pero tal idea carece de validez objetiva, ya que en ella es esencial la necesidad de la conexión causa-efecto y tal necesidad no puede ser justificada.

 [OK]