"La
razón por la cual el hombre es un ser social, más que cualquier
abeja y que cualquier animal gregario, es evidente: la naturaleza, como decimos,
no hace nada en vano, y el hombre es el único animal que tiene palabra.
Pues la voz es signo del dolor y del placer , y por eso la poseen también
los demás animales, porque su naturaleza llega hasta tener sensación
de dolor y de placer e indicársela unos a otros. Pero la palabra es para
manifestar lo conveniente y lo perjudicial, así como lo justo y lo injusto.
Y esto es lo propio del hombre frente a los demás animales: poseer, él
sólo, el sentido del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto, y de
los demás valores, y la participación comunitaria de estas cosas
constituye la casa y la ciudad".
(ARISTÓTELES. Política).
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