¿Sabes qué es la amistad, el amor? Responde a las siguientes cuestiones.

Aristóteles, los personalistas y el tú.

Los filósofos personalistas, siguiendo la afirmación de Aristóteles de que el hombre es un animal social, han incidido en la importancia del tú. Según ellos, el ser humano puede establecer dos relaciones básicas con lo que le rodea: la relación con las personas (expresado en el "par básico" yo-tú) y la relación con las cosas (expresado en el otro "par básico" yo-ello). De las dos formas de relación la primera es la que realmente hace crecer a la persona y, además, da sentido a la segunda. Sin embargo, si optamos por la segunda relación (yo-ello), en exclusiva fracasaremos como personas.

El amor es un "don" que se recibe y que hay que aceptar libremente. Ese don parte de una persona: percibimos a "ciertas" personas como por dentro. Captamos de alguna forma su gran valor, aquello que les hace únicas, irrepetibles, insustituibles; lo que las hace personas, su "belleza integral". Cuando recibimos ese reclamo nos posicionamos, y nos vemos "obligados" a responder. Nuestra respuesta libre acepta o no. Si lo hace, y la otra persona también (porque el amor, para serlo debe ser recíproco), percibimos que debemos entregarnos a la otra persona desinteresadamente y que esa entrega busca el bien para la otra persona, busca su promoción, el esplendor de su belleza integral y que ese compromiso pide, exige, la unión -no la fusión-. (En la unión el yo sigue siendo yo y el tú sigue siendo tú. En la fusión desaparece el yo y el tú). Uno quiere estar con la persona a la que quiere y la consecuencia de todo ello -del amor por el otro- es que uno crece como persona, se hace mejor y aumenta su felicidad.