En artículos anteriores hemos visto cómo los beneficios de la música se pueden recibir desde edades muy tempranas, incluso, desde el embarazo. Autores como A. Tomatis o D. Campbell, nos demuestran cómo a edades más tempranas, la música ejerce mejor todo su poder, nos hablan de su valor terapéutico, pedagógico y afectivo entre otros.
Para que un niño se inicie con la música le basta tener un entorno favorable, es decir, ver, escuchar, cantar y tocar en su vida cotidiana. Algo tan obvio como esto es aconsejable tenerlo en cuenta, pues a veces confundimos calidad y mejora educativa con actividades académicas añadidas que en este caso y en edades tan tempranas, podrían no ser tan beneficiosas (recordemos que un bebé aprende a través de sus referentes más cercanos y esa es su familia).
Un bebé de 0 a 3 años recibe información musical y la asimila asociándola a vivencias y actividades motrices fundamentales en su desarrollo. Tocará, bailará y cantará disfrutando con ello, creando así una base que le ayude a seguir disfrutando de ella.
Cuando el niño va creciendo y su capacidad intelectual y motriz se desarrolla lo suficiente, ya podría comenzar a practicar con algún instrumento. En este punto nos encontramos con el dilema de qué instrumento y qué metodología.
En Venezuela, dentro del programa de “El sistema”, a los niños les inician con el canto y la percusión hasta los 6/7 años, y después les dejan elegir el instrumento que más se ajuste a sus deseos. Este método es totalmente lógico pues el niño lo que primero conoce y controla es su voz y su cuerpo: canto y percusión, y más adelante, con un buen entorno musical (estos niños cantan y tocan con la orquesta, lo cual les ha dado la oportunidad de oír y ver los instrumentos), ya eligen su instrumento.
El método “Suzuky” inicia a los niños en la práctica de un instrumento a los 3 o 4 años, de modo que desde muy pronto el niño se inicia en la música. Está basado en la idea de lengua materna, se trabaja mucho la memoria, la capacidad de concentración, además se considera fundamental el apoyo y presencia de los padres en las clases y en el estudio. Es un método exitoso extendido mundialmente pero que podría albergar ciertas dudas como si de cabida a las preferencias instrumentales del niño (con 3 años no es capaz de saber qué instrumento prefiere), o cómo se compatibiliza la práctica instrumental intuitiva con un lenguaje musical posterior.
Por último, y además de otros métodos o clases particulares, tenemos academias, escuelas de música y conservatorios. En las academias y escuelas de música se suelen ofrecer clases de “música y movimiento” o similares para niños a partir de 3 o 4 años. Para iniciar estudios profesionales tenemos los conservatorios a los cuales se puede acceder a partir de los 8 años.
- ALTOM, Asociación profesional español de alumnos del profesor Alfred A. Tomatis<http://www.altomtomatis.es/>[Consultado Diciembre 2010]
- Federación Española de Método Suzuki< http://metodosuzuki.com/>[Consultado Diciembre 2010]>