Una de las dimensiones que posee la música es la de transmisión de estereotipos de género. Canciones en las que se identifica a cada sexo con una función social o bailes en los que se asumen roles asociados a hombres o mujeres nos lo demuestran.
ESTEREOTIPOImagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable. (Diccionario de la lengua española).
Hasta qué punto los docentes somos conscientes de este aspecto, a qué nivel estos aprendizajes son o no definitivos en una educación para la igualdad, y por último, cuáles son los ámbitos musicales desde los que se identifican situaciones de desigualdad de género son campos muy interesantes para su estudio desde la sociología, la psicología y la pedagogía general y musical.
Por último, debemos considerar que el legado musical tradicional no debe ser ignorado ni olvidado, y que los valores sexistas que en ellos se transmiten no deberían ser relegados en pos de una educación para la igualdad. La educación para la igualdad, necesaria, no debería desplazar ni modificar enseñanzas musicales tradicionales también necesarias y de gran valor en nuestra cultura.
¿Qué cantan los niños y los adolescentes?. ¿Se transmite un modelo sexista?
Si nos fijamos en las canciones que nuestros niños más pequeños escuchan y cantan en casa y en las escuelas, es en las canciones tradicionales donde podemos encontrar más elementos sexistas. En el ejemplo de “Arroz con leche” se busca a una mujer que sepa hacer las labores de la casa.
Arroz con leche.
Me quiero casar.
Con una señorita
de San Nicolás
Que sepa coser.
Que sepa bordar.
Que sepa abrir la puerta
para ir a jugar
Yo soy la viudita
del barrio del Rey,
me quiero casar
y no sé con quien
Con esta sí
con esta no.
Con esta señorita
me caso yo.
En cuanto a los adolescentes, y en el campo de la lengua castellana, donde más elementos sexistas encontramos es en las letras de estilos musicales latinos como el reggaetón.
Wisin y Yandel. Te hice mujer
Sin entrar en valoraciones musicales y literarias, es un hecho (aunque nos parezca lamentable), que muchos de nuestros alumnos escuchan este tipo de música. Los contenidos de las canciones se dirigen la mayoría de las veces a perpetuar arquetipos viriles de poder, dominio y supeditación sobre la mujer que vive para y por agradar el deseo del varón.
Tito el Bambino. “Sol, playa y en la arena”
Del mismo modo, en estas letras se tiene un concepto muy estereotipado de lo que es ser hombre: duro, sexual, agresivo y al que le gustan siempre las mujeres.
El baile y coeducación
Superados y admitidos los beneficios educativos de la danza y el baile en el ámbito escolar, tenemos en ellos un valioso instrumento de coeducación en el aula.
Somos muchos los docentes que a la hora de trabajar un baile nos hemos encontrado con la dificultad de que niños asuman roles de niñas. Sorprende comprobar cómo a muchos niños les supone casi un “trauma” asumir el puesto de una niña en un baile.ROLFunción que alguien o algo cumple.(Diccionario de la lengua española).
Es por eso que esta situación propicia el trabajo de la coeducación, de la comprensión de conceptos de identidad y rol sexual. Porque un niño es niño y seguirá siendo niño aunque asuma un rol de niña en el baile y viceversa.
El realizar danzas en las que los roles hombre y mujer están muy marcados puede aprovecharse para hacer una lectura crítica sobre las relaciones sociales y cómo ciertos prejuicios inciden en el plano interpersonal.
Transmisión de roles sexistas a través de la músicaApuntábamos antes la posibilidad de estudiar cuáles son los ámbitos donde a través de la música, se asocian determinadas funciones sociales al sexo.
La familia: es inevitable que los padres, tíos y abuelos canten las canciones que les cantaban en su infancia, y es inevitable transmitir con ellas mensajes que quizá deberían estar superados en nuestros días.
La escuela: desde las escuelas infantiles hasta las facultades de formación del profesorado, deberíamos hacer un análisis del contenido y funciones de las enseñanzas musicales que se desarrollan. Las mamás no son las únicas que cantan nanas a sus bebés, los niños pueden ser guapos y dulces y las niñas pueden ser fuertes y valientes, y los hombres, cómo no, pueden ser capaces de cantar canciones infantiles en un jardín de infancia. Todos esos y más estereotipos deberían someterse a análisis.
IDENTIDADConciencia que una persona tiene de ser ella misma y distinta a las demás.(Diccionario de la lengua española).
Los medios: la sociedad de la información implica, entre otros, una serie de valores en los que implícitamente se generan otros de tipo sexual. Tenemos muchos ejemplos de grupos musicales objeto de consumo, generados por y para la industria en los que lamentamos ver a vocalistas con atuendos y coreografías claramente sexistas. Vemos también, dentro de la música más comercial, a un número reducido de mujeres en el bajo, teclado o batería.
CONCLUSIONES
Es obvio que un análisis de canciones tradicionales y del ámbito juvenil de consumo, nos llevarían a modelos convenciones, discriminatorios y androcéntricos. Es lógico si sabemos que la música, ha supuesto y puede suponer un instrumento valioso de control y consumo.
Por otro lado, el mensaje de las canciones puede no ser un elemento tan decisivo, puede que sea más importante el ejercicio de un abuelo o madre cantando, jugando y bailando manteniendo la tradición, que preocuparnos por si el mensaje es o no sexista.
Sea como fuere, como docentes, intervenimos en la construcción de la identidad sexual de nuestros alumnos. Ésta es construida desde el modelo social y cultural que se les ofrece, lo cual incluye a la música.