Publicaciones webLas publicaciones de profesores y profesoras de música en la web son un importante indicador de lo que sucede en las aulas
MMucho se ha investigado y escrito en los últimos años sobre las nuevas maneras de comunicarnos, relacionarnos, conocer, aprender, pensar, representar y transmitir información, ideas y creaciones en una sociedad mediada por las tecnologías, a la que generalmente nos referimos como Sociedad de la Información. También sobre el impacto del nuevo paradigma tecnológico sobre la educación y la necesaria transformación de los enfoques, escenarios y prácticas educativas. La educación musical no ha estado al margen de estos debates aunque, en comparación con otras áreas, se han realizado pocos estudios que permitan conocer cuál es el uso que se hace de las TIC en las clases de música (Savage, 2005).
Más allá de la literatura científica, las publicaciones de profesores y profesoras de música que encontramos en la web (en forma de blogs, wikis, sitios web, etc.) son un importante indicador de lo que sucede en las aulas. Aunque algunas son realmente innovadoras, otras ponen en evidencia enfoques muy tradicionales a los que se añaden recursos tecnológicos sin modificar lo esencial de las prácticas, una realidad a la que Lankshear y Knobel (2008, 65), entre otros, se refieren como el síndrome de “vino viejo en botellas nuevas”. En este sentido, como bien señala Coll (2005), “no es en las TIC sino en las actividades que llevan a cabo profesores y estudiantes […] donde hay que buscar las claves para comprender y valorar el alcance de su impacto sobre la educación escolar”. Esta búsqueda, desde mi punto de vista, no puede estar desligada de la realidad que se vive fuera de las aulas, es decir, de las prácticas sociales, creativas y recreativas y de las nuevas formas de aprender música en el “mundo real” del que forman parte nuestros estudiantes.
En este artículo, el primero de una serie de seis que amablemente me han encargado los responsables de la Red Educativa Musical (REM) del ITE, no intento dar respuestas, sino más bien plantear algunos interrogantes que considero fundamentales. A modo de respuesta, algunos de los artículos siguientes estarán dedicados a comentar ejemplos en los que el uso educativo de las TIC en las aulas de música se relaciona, de modo más o menos directo, con las prácticas del “mundo real” a las que antes me he referido.
He aquí algunas preguntas que bien pueden promover la necesaria revisión de nuestros modelos y enfoques en el ámbito de la educación musical actual:
- ¿Cuáles son las principales transformaciones que han tenido y tienen lugar en el ámbito de la música en un mundo mediado por tecnologías?
- ¿Cuáles son las prácticas musicales habituales entre los niños y jóvenes en la actualidad?
- ¿Cuáles herramientas y qué características de las TIC tienen el potencial de transformar los procesos de enseñanza y aprendizaje musical en los contextos de educación formal y escolar?
- ¿Cuáles son los procesos de enseñanza y aprendizaje musical susceptibles de experimentar cambios significativos como consecuencia de la incorporación de las TIC?
- ¿Debemos plantearnos nuevos objetivos?
- ¿Cómo identificar y seleccionar prácticas que denotan un alto grado de innovación en la enseñanza y el aprendizaje musical?
- ¿Cuál debería ser el nuevo rol del profesor de música?
Prácticas musicalesDebemos considerar las prácticas musicales cotidianas que tienen lugar en contextos informales
En la revisión de nuestros propios enfoques educativos y en la búsqueda de respuestas para estos y otros interrogantes es imprescindible, como antes he señalado, considerar las prácticas musicales cotidianas que tienen lugar en contextos informales, tanto de ocio como de aprendizaje. En este sentido, debemos recordar que, cada vez más, los niños y jóvenes que habitan nuestras aulas son usuarios experimentados de recursos y productos musicales, audiovisuales y multimedia realizados con herramientas tecnológicas y se sienten generalmente motivados a la hora de participar de experiencias propias de las culturas musicales y creativas digitales fuera de las aulas (Burnard, 2007, 196). Esta realidad plantea nuevos e interesantes desafíos para quienes nos dedicamos a la educación musical.