¿Has pensado alguna vez en los adornos que utilizas o en qué ropa o complementos te pones cuando sales con tus amigos?
Después de 34.000 años, continuamos adornándonos con collares, pinturas, tatuajes y piercings, para identificarnos con el grupo, el clan al que pertenecemos. La imagen que damos a los demás nos parece importante, cambian los símbolos, pero no la necesidad de identificarse o protegerse con ellos.
Nuestra sociedad, al igual que otras en el pasado, utiliza la imagen para representar y transmitir sus valores. Así, tenemos nuestras propias imágenes, que reconocemos y valoramos como importantes.
El ser humano continúa dando cuenta en imágenes el mundo que le rodea, de manera representativa y de manera simbólica.