Etapas de la prehistoria - Neolítico
El hombre sedentario. Ciudades - [Aldeas]
De la aldea se pasa a la ciudad cuando los trabajos que se realizan en la aldea dejan de ser exclusivamente agrícolas. Las primeras ciudades no eran más que grandes aldeas, de hecho, algunas de las consideradas primeras ciudades no tendrían más de 150 habitantes.
Para saber si a estos asentamientos de población se les puede llamar ciudades habría que preguntarse qué se entiende por una ciudad. La definición del Diccionario de la Real Academia de la Lengua dice: “Conjunto de edificios y calles, regidos por un ayuntamiento, cuya población densa y numerosa se dedica por lo común a actividades no agrícolas”.
Siguiendo esa definición, difícilmente los asentamientos neolíticos podrían considerarse ciudades. No había ayuntamiento, ni había población densa y numerosa. Sin embargo, algunos de los lugares considerados ciudades tenían algunas características que han llevado a considerarlos como tales.
Por una parte su población se dedica no solamente a actividades agrícolas, como ocurría en las aldeas, sino que se empieza a encontrar población dedicada a funciones en relación con el comercio, con la defensa o con la religión.
Además, una de las características consideradas básicas para definir una ciudad era la existencia de una muralla. Con esas cualidades se ha encontrado un lugar que se ha considerado como la primera ciudad: Jericó (Palestina). Las excavaciones efectuadas allí han dado como resultado la existencia de varias murallas superpuestas, lo que indica que serían destruidas por ataques enemigos en distintos momentos. La primera de las murallas de Jericó se remonta al VIII milenio antes de Cristo, lo que indicaría que la primera ciudad habría que fecharla en torno a ese milenio.
Pero no todos los primeros asentamientos urbanos estaban rodeados de murallas. Hay un ejemplo muy interesante en Turquía, se trata de lo que para algunos sería una aldea neolítica y para otros una ciudad: Chatal Huyuc, construida como una aglomeración de casas, sin calles, puesto que las casas estaban pegadas unas a otras y se entraba a ellas por el tejado. |