Los últimos años del califato fueron extremadamente problemáticos, pues los califas fueron personajes sin autoridad, al producirse una lucha por el poder entre grupos distintos. Hubo trece proclamaciones de califa durante esa etapa turbulenta, hasta 1031, lo que da idea de la división existente. Ese proceso puso fin al califato, pues algunos de los personajes que habían estado tratando de hacerse con el poder se proclamaron reyes en algunos territorios y se inició el periodo conocido como de los Reinos de Taifas.
Más de una veintena de reinos surgieron en el territorio de Al-Ándalus, los más grandes fueron los de Toledo, Badajoz y Zaragoza. No tardaron mucho los reinos de Norte en aprovechar la debilidad de estos pequeños reinos y comenzaron a arrebatarles territorios.
Ante una situación tan delicada, los reyes andalusíes decidieron llamar al poder establecido en el Norte de África para poder hacer frente a la amenaza de los reinos hispánicos del Norte. Esa fue la razón de que llegaran los invasores norteafricanos que dominaron el territorio peninsular durante algunas décadas en tres momentos distintos. |