Durante el siglo IX aparecen, como consecuencia del renacimiento carolingio, las escuelas. Y un cierto saber, cultivado en ellas, que se va a llamar la Escolástica. Por escolástica se entiende, en sentido estricto, aquella especulación filosófico-teológica que se cultivó y desarrolló en las escuelas del propio medievo, es decir, desde Carlomagno hasta el renacimiento, tal y como ha quedado consignada, sobre todo en la literatura de Sumas y Quaestiones. Originariamente, dichas escuelas fueron las de las catedrales y conventos, más tarde las universidades. En un sentido más amplio se designa también como escolástica el movimiento doctrinal de ese ámbito histórico que, aun sin emplear un método rigurosamente escolar, racional-conceptual, se mueve en el mismo mundo metafÃsico y religioso, como por ejemplo la mÃstica.
Ciertos autores han identificado completamente la filosofÃa medieval con la filosofÃa cristiana, estimando como a lo sumo incitantes o suplementarios los movimientos de la filosofÃa árabe y judÃa. No obstante, la filosofÃa de los árabes y judÃos es conocida por los escolásticos cristianos e influyó fuertemente en ellos, al mismo tiempo que tuvieron el importante papel de ser los transmisores de los textos aristotélicos y dicha aportación caracterizó la época de plenitud de la escolástica.
Con el cristianismo se introducen novedades en el plano del pensamiento medieval frente a la filosofÃa griega: el tiempo ya no se concibe cÃclicamente sino de un modo rectilÃneo; el mundo tiene un principio, pues es creado en el tiempo, y está destinado a concluir, a tener un final. Frente a la tradición órfica, platónica y neoplatónica acerca del dualismo humano, la preexistencia del alma, su caÃda, su metempsicosis o transmigración y salvación consistente en el regreso al seno de la divinidad, la tradición cristiana considera que el alma humana es creada y no consubstancial a la divinidad. Desde el punto de vista de la moral, el intelectualismo ético propio de la filosofÃa griega es reemplazado por una noción de pecado que se sustenta en la inclinación al mal de la naturaleza humana y el uso de su libertad.
|