El pensamiento medieval está inspirado en gran medida por el cristianismo. En este sentido, parece oportuno hacer una alusión, aunque sea breve, al referente que constituye la PatrÃstica. Por "perÃodo patrÃstico" se entiende el lapso de casi siete siglos comprendido entre la muerte del último de los Apóstoles de Jesucristo (acaecida hacia el año 100) y el comienzo de la Edad Media (hacia el 750). En ese tiempo histórico coexistieron los últimos brotes de la filosofÃa antigua (platonismo medio y neoplatonismo) y la primera andadura filosófica practicada por pensadores cristianos. La denominación del perÃodo ha tenido su origen en la historiografÃa cristiana, y se basa en el hecho de que muchos de los escritores cristianos de ese tiempo han recibido el tÃtulo de Padres de la Iglesia. Estos primeros siete siglos de filosofÃa cristiana suelen dividirse en tres etapas:
1ª. Desde comienzos del siglo II hasta el Concilio de Nicea (325). Destacan: Justino, Tertuliano, San Ireneo de Lyon, Clemente de AlejandrÃa y OrÃgenes.
2ª. Desde Nicea al derrumbamiento del Imperio Romano de Occidente (476). Constituye su etapa de máximo esplendor y destacan figuras tales como: San Basilio, Gregorio Nazianceno, San Gregorio de Nisa, San Ambrosio de Milán, San Jerónimo y San AgustÃn (354-430).
3ª Desde comienzos del siglo VI hasta mediados del siglo VIII: Esta última etapa constituye, en el Occidente europeo, la transición a la Edad Media. Pseudo-Dionisio Areopagita, Boecio, Casiodoro y San Isidoro de Sevilla son los autores más representativos.
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