"Los
seres cuya existencia no descansa en nuestra voluntad sino en la naturaleza,
tienen empero, si son seres irracionales un valor meramente relativo, como medios,
y por eso se llaman cosas; en cambio los seres racionales llámanse personas
porque su naturaleza los distingue ya como fines en sí mismos, esto es,
como algo que no puede ser usado meramente como medio, y, por tanto, limita
en ese sentido todo capricho (y es un objeto de respeto)".
( KANT, I. Fundamentación de la metafísica
de las costumbres).
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