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ORTEGA Y GASSET, J. “Unamuno y Europa, Fábula”. En Obras Completas, I, pp. 131-132
“Poco a poco va aumentando el número de los que quisiéramos que las querellas personalistas cedieran en España la liza a las discusiones más honestas y virtuosas sobre la verdad verdadera. En el naufragio de la vida nacional, naufragio en el agua turbia de las pasiones, clavamos serenamente un grito: ¡Salvémonos en las cosas! La moral, la ciencia, el arte, la religión, la polÃtica, han dejado de ser para nosotros cuestiones personales; nuestro campo de honor es ahora el conocido campo de Montiel de la lógica, de la responsabilidad intelectual”.
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ORTEGA Y GASSET, J. “Algunas notas”. En Obras Completas, I, p. 114
“Cabe, naturalmente, no tener listo un sistema; pero es obligatorio tratar de formárselo.
El sistema es la honradez del pensador. Mi convicción polÃtica ha de estar en armonÃa sintética con mi fÃsica y con mi teorÃa del arte”. |
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ORTEGA Y GASSET, J. Prólogo para alemanes, 4 §. En Obras Completas, VIII, p. 53
“El hacer filosófico es inseparable de lo que habÃa antes de comenzar él y está unido a ello dialécticamente, tiene su verdad en lo prefilosófico. El error más inveterado ha sido creer que la filosofÃa necesita descubrir una realidad nueva que sólo bajo su óptica gremial aparece, cuando el carácter de la realidad frente al pensamiento consiste precisamente en estar ya ahÃ, de antemano, en preceder al pensamiento. Y el gran descubrimiento que éste puede hacer es reconocerse como esencialmente secundario y resultado de esa realidad preexistente y no buscada, mejor aún, de que se pretende huir”. |
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ORTEGA Y GASSET, J. “¿Por qué se vuelve a la FilosofÃa?”, V. En Obras Completas, IV, p. 109
"El hombre se compone de lo que tiene 'y de lo que le falta'. Si usa de sus dotes intelectuales en largo y desesperado esfuerzo, no es simplemente porque las tiene, sino, al revés, porque se encuentra menesteroso de algo que le falta [...]. Ni el Dios ni la bestia tienen esa condición. Dios sabe todo, y por eso no conoce. La bestia no sabe nada, y por eso tampoco conoce. Pero el hombre es la insuficiencia viviente, el hombre necesita saber, percibe desesperadamente que ignora". |
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ORTEGA Y GASSET, J. Ideas y Creencias. I: “Creer y pensar”, IV: ‘La articulación de los mundos interiores’. En Obras Completas, V, p. 407
“Si el hombre se ocupa en conocer, si hace ciencia o filosofÃa, es, sin duda, porque un buen dÃa se encuentra con que está en la duda sobre asuntos que le importan y aspira a estar en lo cierto (...) Por lo pronto, no notamos que no puede ser una situación originaria, quiero decir, que el estar en la duda supone que se ha caÃdo en ella un cierto dÃa. El hombre no puede comenzar por dudar. La duda es algo que pasa de pronto al que antes tenÃa una fe o creencia, en la cual se hallaba sin más y desde siempre. Ocuparse en conocer no es, pues, una cosa que no esté condicionada por una situación anterior. Quien cree, quien no duda, no moviliza su angustiosa actividad de conocimiento”. |
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ORTEGA Y GASSET, J. El tema de nuestro tiempo, I: “La idea de las generaciones”. En Obras Completas, III , pp. 147-148
“Las variaciones de la sensibilidad vital que son decisivas en la historia se presentan bajo la forma de generación... La generación, compromiso dinámico entre la masa y el individuo, es el concepto más importante de la historia, y, por decirlo asÃ, el gozne sobre el que ésta ejecuta sus movimientos... Los miembros de ella vienen al mundo dotados de ciertos caracteres tÃpicos, que les prestan una fisonomÃa común, diferenciándolos de la generación anterior”. |
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