1. Educación moral y cívica: El reconocimiento
de las peculiaridades del ser humano debe contribuir a fomentar y consolidar
actitudes de reconocimiento de que el otro es también una persona y de
respeto mutuo. También debe contribuir a actitudes de respeto hacia el
entorno natural (mundo físico y animal)
2. Educación para la paz y la cooperación internacional:El reconocimiento
de esas diferencias peculiares que nos hacen iguales y diferentes con respecto
a lo que nos rodea y a quien nos rodea deben contribuir a establecer actitudes
de diálogo (fomentadas por el hecho de ser los únicos animales
que hablan y sociales) que son base ineludible para la paz.
3. Educación para la igualdad de sexos: El reconocimiento de las peculiaridades
del ser humano, va más allá de las diferencias sexuales, la racionalidad
y la sociabilidad son patrimonio de todas las personas y todas son necesarias,
como aportación desde su de su condición sexuada, para la construcción
de una sociedad que reconozca y promueva y desarrolle la dignidad ontológica
y moral de los seres humanos.
4. Educación ambiental: El reconocimiento de pertenencia al mismo árbol
filogenético debe contribuir a que se reconozca que hay que tener actitudes
de respeto con respecto al mundo animal y al entorno físico que ha posibilitado
la evolución.