El proceso de estampación es sencillo. Para ello, necesitamos un lugar donde extender la tinta, a la que denominamos tintero.
Con un rodillo blando, generalmente cubierto con piel de cordero, se extiende la tinta uniformemente.
Sobre la piedra totalmente hidratada, se pasa el rodillo. La tinta se adhiere a las zonas grasas, siendo repelida por las zonas húmedas.
Tras esto se pasa por la prensa, que puede ser por presión directa o deslizándola por la prensa litográfica.