Basándote en los principios perspectivos que hemos visto, dibuja la silueta de una forma que sea fácilmente reconocible e intégrala en dos fondos. Uno de los fondos ha de estar claramente contrastado respecto a la silueta, así podremos apreciar la diferencia entre el fondo y la figura.
El otro fondo ha de confundir la silueta para que no se diferencie éste de la figura.
Observa este ejemplo.