En este apartado nos centramos en algunas reacciones de los seres
vivos: respiración, fermentación y fotosíntesis. En la siguiente
página nos fijaremos en los problemas medioambientales.
Respiración
Cuando nos referimos a la reacción química de la respiración estamos
hablando de la que se produce en las células. Consiste en una
oxidación exotérmica de compuestos orgánicos que proporciona energía
que la célula aprovecha para realizar los procesos metabólicos. La reacción más habitual es la de glucosa:
C6H12O6 + 6 O2
→ 6 H2O + 6 CO2
+ 38 ATP |
Con permiso de los biólogos, nos saltamos un montón de pasos. El ATP se
forma a partir de otras
moléculas (que no ponemos en la reacción, por lo que no está ajustada)
aprovechando el intercambio de electrones, protones y energía
del proceso de oxidación anterior. Arriba hemos indicado el final del
proceso con la energía "guardada" en el ATP, adenosín trifosfato, la
molécula que al
transformarse
en ADP (adenosín difosfato) libera la energía cuando es necesaria:
ATP → ADP + HPO43-
ΔH = - 31 Kj/mol |
Fermentación
La fermentación es otro proceso de oxidación pero en el que no
participa el oxígeno y que no llega a ser completa, no obtenemos H
2O
y CO
2. Los microorganismos responsables de esta
reacción son
levaduras, bacterias y mohos.
Por ejemplo, las bebidas alcohólicas se fabrican con esta reacción:
C6H12O6
→ 2 C2H5OH
+ 2 CO2 |
Fotosíntesis
Es el proceso que realizan las plantas para crear materia orgáni
ca a
partir de sales minerales, agua y la luz del sol. La
energía solar es transformada en energía química que se acumula en las
moléculas de ATP que servirán para sintetizar moléculas orgánicas. Esta
reacción se produce en los cloroplastos,
orgánulos que solo se encuentran en células vegetales.
Por ejemplo, se puede formar
glucosa:
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H2O + 6 CO2 +
luz (hf)→
C6H12O6
|