Etapas de la prehistoria - Neolítico
El gran paso de la producción de alimentos:
el descubrimiento de la agricultura y la ganadería.
No se sabe donde fue primero, pero hoy se cree que la agricultura se pudo conocer en esas dos áreas (Mesopotamia y Egipto) independientemente, pues hay seguridad de que poco a poco se fue descubriendo también en otras partes del Planeta: en los continentes asiático (valles de los ríos Indo y Huang Ho) y americano (altiplanos de Méjico y Perú).
De la zona del Creciente Fértil salió la agricultura hacia Europa, siguiendo dos caminos, el del mar Mediterráneo y el del continente, pero el progreso fue muy lento. Si en Egipto ya se cultivaba la tierra en el 8.000 a. C., en la Península Ibérica no se conoció hasta el 4.000 a. C aproximadamente.
¿Cómo pudo el hombre darse cuenta de la reproducción de las plantas? Se necesitaba mucha observación para darse cuenta que las semillas enterradas en la tierra iban a producir la planta de la que habían salido. Hubo formas distintas de darse cuenta del proceso, dependiendo del espacio en que vivía y de sus formas de vida.
Para las sociedades recolectoras, que probablemente conocían el ciclo de las plantas, la observación pudo realizarse al verlas crecer cerca de los lugares donde vivían, pues al transportarlas desde los lugares de recolección a los sitios donde vivían se caerían algunos de los frutos o bayas y de ellos saldrían nuevas plantas.
Los grupos nómadas tendrían menos posibilidades de darse cuenta del proceso reproductivo vegetal, si al terminar de recoger los alimentos que les ofrecía un lugar se trasladaban a otro, no pasaban el tiempo suficiente, ni pasaban dos veces por el mismo sitio para observar el ciclo reproductivo; esto podría aplicarse a nómadas que recorrieran la zona norteafricana; cuando la desecación de tierras les obligó a pasar más de una vez por un mismo lugar pudieron daerse cuenta de ese fenómeno. Un buen lugar para esa observación debió ser, sin duda, el valle del río Nilo, donde tribus que antes habrían recorrido el área del Sahara, tendrían que abandonarla al producirse la desertización, y atravesarían las fértiles orillas del Nilo en busca de alimento.
La observación se extendió a los animales, con los que los hombres compartían las fuentes de agua (ríos, manantiales o pozos). Pronto empezaron a domesticar cabras, ovejas, cerdos o vacas para tenerlos como reserva alimenticia al hacerse la caza más difícil o escasa.
Con el descubrimiento de la agricultura y la domesticación de los animales, se produjeron otros cambios revolucionarios en la vida de los hombres: tuvo que inventar nuevos utensilios, no necesitó cambiar de residencia para buscar alimentos y se expresó artísticamente de forma diferente. |