Una de las cuestiones que con más frecuencia se repiten en clase de matemáticas (y créeme, una de las que más teme tu profesor) es ¿Y esto para qué sirve? Probablemente la respuesta habitual sea "para aprobar", o "para muchas cosas", tras lo cual el profesor pasará a otro tema lo más rápidamente que pueda.

    No siempre es sencillo dar con una aplicación práctica de las matemáticas adecuada a los contenidos del bachillerato o la enseñanza secundaria. Pero lo cierto es que tampoco debe ser tan difícil, porque al contrario de lo que puedas pensar, las matemáticas están presentes en casi todas las áreas de conocimiento que han hecho posible el mundo que nos rodea. Además de las disciplinas en la que esperas encontrarla con facilidad: física, química, ingeniería, estadística, informática, arquitectura, etc, las matemáticas se han colado en las ciencias sociales, la publicidad, la política, la sociología, hasta incluso en la historia, y así hasta aparecer en multitud de campos de conocimiento.

  Lo que sigue ahora es sólo un aperitivo de lo que puedes encontrar por ahí. Espero que cuando termines este viaje, hayas aprendido a mirar el mundo con otros ojos, con ojos de... ¿matemático?

• Utilizar el conocimiento matemático para organizar, interpretar e intervenir en diversas situaciones de la realidad.

• Reconocer situaciones en la que existan problemas susceptibles de ser formulados en términos matemáticos.

• Incorporar hábitos y actitudos que son propios de la actividad matemática.

• Reconocer la actividad matemática como algo vivo, capaz de intervenir en la realidad que nos rodea.

• Conocer y apreciar la estrecha unión entre la matemática y diversas disciplinas científicas y tecnológicas.

• Fomentar la curiosidad por comprender el funcionamiento de los objetos y máquinas que nos rodean, y que usamos habitualmente desconociendo los principios que rigen su diseño.

• Distinguir la forma de una parábola según sea la distancia del foco a la directriz.