"El
ser humano no es más que una caña, la más débil
de la Naturaleza; pero es una caña que piensa. No es preciso que el Universo
entero se dirija contra él para eliminarle: un vapor, una gota de agua,
puede ser suficiente para exterminarle; pero aunque el Universo le exterminara,
el ser humano continuaría poseyendo más nobleza que el Universo
que le ha extinguido, porque el ser humano sabe que muere y el Universo, en
cambio, no sabe nada"
(PASCAL, B. Pensamientos).
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