Para
que un objeto se encuentre en equilibrio deben cumplirse dos
condiciones: la resultante de todas las fuerzas que actúan
debe ser nula y todos los momentos de las fuerzas deben compensarse. La
primera condición asegura que el objeto no se desplaza o, si
lo haciera, lo haría con movimiento rectilíneo uniforme. La
segunda da cuenta de la necesidad de que el objeto no gire.
El
problema que aquí se plantea pretende que se apliquen las
condiciones anteriores a una barra, sobre la que actúan
diversas fuerzas y que puede girar sobre un eje, para que se determinen
en qué condiciones permanecerá en equilibrio o,
por el contrario, efectuará un movimiento de
rotación.
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