En la antigüedad, los marinos navegaban por el mar Mediterráneo bordeando la costa utilizando como referencia sus puntos visibles.
Pero a finales del siglo XV, los marinos portugueses y castellanos comienzan a navegar por el Océano Atlántico y ya no tienen referencias costeras, por lo que necesitan, además de una brújula orientada al norte magnético, de un
astrolabio.
El astrolabio se utilizaba para determinar la latitud mediante la observación de la estrella polar, pero con él no se puede determinar la longitud, de modo que los marinos navegaban manteniendo la latitud del destino hasta dar con el.
El
astrolabio fue utilizado durante los siglos XVI a XVIII, como el principal instrumento de navegación,
hasta la invención del sextante, en 1750.
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Astrolabio planisférico andalusí, fabricado en Toledo (España) por Ibrahim ibn Said al-Sahli en el año 1067.
Fotografía de Luis García. |