Aunque no fue el
primero en pensarlo fue
Nicolás Copérnico, en el siglo XVI, el
que desarrolló una alternativa heliocéntrica al sistema de Ptolomeo. Este
modelo explicaba, de forma mucho más sencilla que el modelo de Ptolomeo, los
movimientos de los astros:
1. El Sol está inmóvil en el centro de las estrellas fijas que no poseen ningún movimiento.
2. La Tierra y los demás planetas giran en órbitas circulares respecto al Sol.
3. La Tierra tiene además un movimiento de rotación diurno alrededor de su eje.
4. La Luna gira alrededor de la Tierra. |