El Sol y de la Luna fueron los primeros
astros
que atrajeron la atención del Hombre primitivo.
Posteriormente, fueron las estrellas y su movimiento las que atrajeron su curiosidad y de ellas aprendió a navegar y a orientarse.
Nuestros antepasados también observaron que el Sol cambiaba su posición diaria entre los astros. Su camino, llamado Eclíptica, atraviesa una zona del
Cosmos llamada Zodiaco. Aunque de origen babilónico, su división actual en doce constelaciones procede de los griegos. En la escena adjunta seguimos este movimiento.
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