Ministerio de Educación, Política Social y Deporte
ESO, Educación Secundaria Obligatoria


España durante el franquismo



EL RÉGIMEN POLÍTICO


LAS RELACIONES INTERNACIONALES


EVOLUCIÓN ECONÓMICA Y SOCIAL


La autarquía


La apertura económica


El Plan de Estabilización


El desarrollismo


LA OPOSICIÓN POLÍTICA Y SINDICAL


Oposición interna


4.

España durante el franquismo

La oposición política y sindical - Oposición interna

Acciones de la oposición Respuesta del régimen

La huelga obrera. La primera en 1947 en Vizcaya (y después en Asturias, Cataluña, Madrid,...). Junto con las reivindicaciones laborales, el Partido Comunista (PCE) en la clandestinidad, principal fuerza de la oposición en el interior, influyó para que tuvieran un contenido político, y se infiltró en el Sindicato Vertical formando Comisiones Obreras (CC.OO.)

Endurecimiento de la represión policial

La agitación universitaria culminó en 1956 con graves disturbios estudiantiles duramente reprimidos. Franco cesó al ministro de Educación, Ruiz Jiménez, que no pudo desarrollar sus planes de reforma, y al ministro del Movimiento, Fernández Cuesta. El PCE promovió protestas contra el Sindicato único universitario (SEU).

El Tribunal de Orden Público juzgaría mediante procesos arbitrarios a obreros, estudiantes y profesionales acusados de manifestar opiniones políticas adversas al régimen de Franco.

El renacimiento de los nacionalismos en Cataluña y el País Vasco. Un grupo de jóvenes universitarios bilbaínos separados del Partido Nacionalista Vasco (PNV) fundó en 1959 la organización Euskadi ta Askatasuna (Euskadi y Libertad), ETA, como reacción contra la pérdida de identidad impuesta por la dictadura franquista.

Los medios de información continuaron controlados y censurados. La Ley de 1966, pese a declarar la libertad de prensa, sólo eliminó los aspectos más ridículos de la censura, pero mantuvo la prohibición de opiniones políticas e ideológicas contrarias al régimen.

El alejamiento de parte del clero se produce en los años finales del régimen franquista, a partir del Concilio Vaticano II de 1965. Los católicos progresistas y sacerdotes jóvenes reclamaron el derecho de la Iglesia a luchar contra las injusticias del franquismo. Otros grupos, como el Opus Dei, continuaron aliados al poder.