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DESARROLLO | |||||
En la primera sesión, desarrollada en el aula del grupo, explique el
trabajo que tenían que realizar. Les mostré la unidad didáctica,
los distintos apartados y actividades de la misma y unos breves
comentarios sobre el uso de las escenas. En la segunda sesión, ya en el aula de ordenadores, cada alumno utilizó un ordenador, en el que previamente se había instalado la unidad. Después de acceder a la misma volví a explicar con más detalle los elementos habituales de una escena Descartes, describiendo los menús, la función de ambos botones del ratón, y como debían realizar las actividades, recordando siempre que era necesario recoger en el cuaderno todas las actividades y las anotaciones oportunas. Los primeros momentos con las escenas fueron complicados, sobre todo al utilizar el botón principal del ratón para rotar la escena o el botón secundario para cambiar la escala, varios alumnos se centraban más en darle vueltas al gráfico que al contenido de este, con lo que tuve que intervenir varias veces para reconducir la situación. Otros se perdían con la representación gráfica y solo después de un buen rato de darle vueltas, literalmente, empezaron a visualizar los elementos gráficos que debían, las rectas y los planos. Esta segunda sesión apenas sirvió para que se acostumbrasen a la nueva forma de trabajar. En la tercera sesión ya hubo muchos menos incidencias y empezaron a centrarse en las actividades propuestas y en relacionarlas con los contenidos de clase. A partir de aquí, pocas veces más tuve que intervenir, y me limité a ver lo que hacían. La que tendría que ser la cuarta sesión ya no dio tiempo, estábamos a final de curso para los de 2º, y ya solo venían a exámenes. La experimentación quedó truncada, quedando los problemas afines por ver. He quedado con los alumnos en subir al grupo de trabajo, que comparto con ellos, la unidad didáctica para que la descarguen en su ordenador y puedan trabajar en casa, pero no confío mucho en que le dediquen algún tiempo, porque ya han terminado las clases obligatorias y solo unos pocos asisten a clases de preparación para la selectividad. Como consecuencia de lo descrito no he podido terminar la experimentación, ni obtener valoración alguna ni objetiva a través de alguna prueba especifica realizada ni subjetiva con la opinión del alumnado. |
Andrés Piñón Fernández |
© Ministerio de Educación. Año 2009 | ||
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