¿Se requiere una fuerza para
que exista movimiento?¿Qué o quién mueve
a los planetas en sus órbitas?
Estas preguntas, que durante años se hizo el hombre, fueron
contestadas correctamente por Newton hacia el año 1700.
En términos históricos, hace muy poco tiempo.
Utilizando las Leyes de la Dinámica y las Leyes de Kepler
dedujo también las leyes de la Gravitación.
Desde Newton sabemos que una fuerza resultante neta (no neutralizada
por otras) actuando sobre un cuerpo (una masa) produce siempre una aceleración.
Si una fuerza actúa sobre un objeto en reposo y lo acelera
hasta que alcanza una velocidad dada, aunque deje de actuar y sobre
el cuerpo no actúe ninguna otra fuerza (por supuesto tampoco
la de rozamiento), el cuerpo se moverá indefinidamente con esa
velocidad.
Aristóteles se equivocaba al afirmar que los cuerpos necesitaban
una fuerza para moverse (aunque fuera uniformemente). Él observaba
que una carreta para moverse con velocidad constante necesitaba la fuerza
de los bueyes y esta fuerza no la hacía acelerar. Pero Aristóteles
no tenía en cuenta las fuerzas de rozamiento que neutralizaban
la fuerza de arrastre de los bueyes, excepto en los pequeños
tirones.
Las cuestiones relativas a las fuerzas y el movimiento las estudia
la rama de la Física llamada Dinámica.
Lee los temas de 4º ESO relacionados: Estática,
Momento lineal y Campo gravitatorio.