La primera fase del Renacimiento fue la conocida como fase humanÃstica, que comenzó en Italia y se extendió al norte de Europa. Se suele llamar "Renacimiento" a un perÃodo de la historia de Occidente (finales del s. XIV a finales del s. XVI, aproximadamente) que supuso unos modelos culturales y sociales distintos a los principios caracterÃsticos del mundo medieval. Sin embargo, estos no fueron el resultado de un cambio brusco de mentalidad, sino consecuencia de una evolución progresiva, en todos los órdenes, desde los siglos previos. AsÃ, en polÃtica, se produce la creación y desarrollo de poderosas monarquÃas y de los nacionalismos; en la economÃa se genera un predominio de la actividad mercantil, y la pujante importancia de la burguesÃa y de las ciudades, son algunos de los aspectos, entre otros muchos, que ponen de relieve la notable transformación operada sobre las estructuras de la Edad Media.
En el ámbito del pensamiento o de las ideas, el Renacimiento se caracteriza por una serie de notas: resurgimiento de la Antigüedad clásica, crisis de creencias e ideas, desarrollo de la individualidad, fermentación de nuevas concepciones sobre el hombre y el mundo, confianza en la posibilidad del conocimiento y dominio de la Naturaleza, tendencias escépticas, exaltación mÃstica, actitud crÃtica, etc. AsÃ, como consecuencia de este individualismo y valoración de lo humano, también se produce el desarrollo de una religiosidad más Ãntima, desprovista del ceremonial caracterÃstico de la liturgia medieval. Surgirán asà corrientes religiosas como el erasmismo o la reforma protestante.
Por consiguiente, frente al teocentrismo medieval, el espÃritu de la época renacentista se manifiesta en la idea del hombre como centro del universo y de la naturaleza como espacio vital. En este sentido, cobran inusitado interés y desarrollo corrientes de inspiración clásica: el epicureÃsmo, el neoplatonismo, el escepticismo... Por consiguiente, este carácter variado y multiforme de la filosofÃa renacentista se manifiesta en el hecho de las muy diversas orientaciones que acoge: tendencias neoepicúreas (Valla), neoestoicas (Guillermo du Vair, Justurs, Lipsius), neoplatónicas (Academia florentina con Besarión, Marsilio Ficino, Pico della Mirandola), neoaristotélicas (Escuela de Padua, AverroÃsmo, alejandrinismo), mÃsticas (Weigel, Böhme), humanista "realista" (Maquiavelo), humanista "liberal" (Erasmo, Reuchlin), platónicas de diversas direcciones (Nicolás de Cusa, Telesio, Bruno, Campanella), escépticas (Montaigne, Charrón, Sánchez), naturalistas y cientÃficas (Vinci, Copérnico, Kepler, Galileo), antidialécticas (Vives), etc.
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