|
|
HABERMAS, J. Conocimiento e inter茅s
聯S贸lo cuando se ha visto la unidad del conocimiento e inter茅s en el estudio de un tipo de Ciencia cr铆tica (el Psicoan谩lisis), se puede fundamentar tambi茅n como necesaria la asociaci贸n de puntos de vista trascendentales de intereses directivos del conocimiento (...). Si, en el movimiento de la autorreflexi贸n, conocimiento e inter茅s son una misma cosa, entonces la dependencia de las condiciones trascendentales de las Ciencias de la Naturaleza y de las del Esp铆ritu de los intereses t茅cnico y pr谩ctico del conocimiento no puede significar una heteronom铆a del conocimiento. Esto quiere decir que los intereses directivos del conocimiento, que determinan las condiciones de objetividad de la validez de las afirmaciones son ellos mismos racionales. De tal manera, que el sentido del conocimiento, y, por tanto, tambi茅n la medida de su autonom铆a, no se puede explicar de ning煤n modo si no es mediante el recurso a su relaci贸n con el inter茅s. Freud reconoci贸 esa relaci贸n entre conocimiento e inter茅s, que es constitutiva del conocimiento en cuanto tal聰. |
|
|
|
HABERMAS, J. Dos lecturas
聯Tengo la sospecha de que la pregunta acerca de las posibilidades de una identidad colectiva han de plantearse de otra manera: en tanto que andemos buscando un sustituto de una doctrina religiosa, que sea capaz de integrar la conciencia normativa de toda una poblaci贸n, estamos presuponiendo que las sociedades modernas constituyen todav铆a su unidad en la forma de cosmovisiones que prescriben una identidad com煤n caracterizada por contenidos determinados. Pero ya no podemos partir de ese presupuesto. Hoy d铆a podemos anclar una identidad colectiva, en todo caso, en las condiciones formales bajo las que se crean y se transforman las proyecciones de identidad. Su identidad colectiva ya no aparece ante los individuos como el contenido de una tradici贸n, sobre la que esos individuos puedan configurar su propia identidad como sobre algo consistentemente objetivo; lo que ocurre m谩s bien es que los mismos individuos toman parte en el proceso de configuraci贸n y de modelaci贸n de la voluntad de una identidad que hay que proyectar en com煤n. La racionalidad de los contenidos de la identidad s贸lo puede determinarse por relaci贸n a la estructura de ese proceso de su creaci贸n, es decir, por referencia a las condiciones formales de la gestaci贸n y de la comprobaci贸n cr铆tica de una identidad flexible, en la que todos los miembros de la sociedad puedan reconocerse rec铆procamente, es decir, puedan respetarse. La Filosof铆a puede, todo lo m谩s, ejercer cierta competencia en el an谩lisis de las condiciones necesarias que han de cumplirse en orden a que las proyecciones de identidad puedan sostener la pretensi贸n de haber sido creadas racionalmente聰. |
|
|
|
HABERMAS, J. 聯Sobre la lucha de las creencias聰 en De la impresi贸n sensible a la expresi贸n simb贸lica. Ensayos filos贸ficos
聯... promover, m谩s all谩 de las diferencias en orientaciones valorativas fundamentales, un aprecio de culturas y formas de vida ajenas. Pero este tipo de comunicaci贸n no podr谩 iniciarse si antes no hay un entendimiento sobre presupuestos importantes para la existencia de comunicaci贸n. Las partes han de renunciar a la imposici贸n de sus verdades de fe por medio de la violencia militar, estatal o terrorista; han de reconocerse unas a otras, con total independencia de la valoraci贸n mutua de sus tradiciones y formas de vida, como consocios con los mismos derechos; han de reconocerse tambi茅n como participantes activos en un discurso en el que, en principio, cada una de las partes puede aprender de la otra. Bajo este aspecto, la superaci贸n de una autocomprensi贸n fundamentalista significa (...) no s贸lo la refracci贸n reflexiva de las pretensiones dogm谩ticas de verdad , y por tanto una autolimitaci贸n cognitiva, sino el paso a otro nivel de la conciencia moral. La (...) 聭voluntad de comunicaci贸n聮 sin l铆mites surge de una visi贸n moral , que precede a todo lo que pueda descubrirse dentro de una comunicaci贸n existencial. Me refiero a la visi贸n de que, s贸lo bajo condiciones de libertades abiertas sim茅tricamente e intercambio rec铆proco de perspectivas, puede lograrse un entendimiento intercultural. S贸lo as铆 puede configurarse una cultura pol铆tica que sea tambi茅n sensible a la necesidad de la institucionalizaci贸n jur铆dica de condiciones adecuadas para la comunicaci贸n聰. |
|
|