NIETZSCHE (1844-1900)
El reloj marcaba aproximadamente las 10 de la mañana, a la vez que tañían las campanas anunciando el comienzo del oficio religioso, cuando Friedrich Wilhelm Nietzsche entró en este mundo.
Corría el año 1844. Era día 15 del mes de octubre y el lugar, la pequeña aldea de Röcken junto a Lützen, al sureste de Leipzig -en la Sajonia prusiana de entonces.
Su padre vio en su nacimiento un signo de Dios ya que el 15 de octubre era el cumpleaños del emperador Friedrich Wilhelm IV (el nuevo restaurador del cristianismo luterano mediante la Santa Alianza) al que consideraba como el instrumento que Dios había utilizado para darle su pequeña parroquia de Röcken, era pastor luterano. Además, las campanas llamaban a la casa de Dios.
Así, el propio padre de Nietzsche, de alguna forma, pensó que su hijo había sido elegido por Dios para algo grande. De hecho, en el libro que recoge su bautismo escribió el versículo 66 del capítulo 1 del evangelio de Lucas: “... todos las que las oían (estas cosas) las grababan en su corazón, diciendo: ‘Pues, ¿qué será este niño?’ Porque, en efecto, la mano del Señor estaba con él”. (Este versículo hace referencia al nacimiento de Juan el Bautista, el último profeta, el precursor de Jesús el Cristo).
Friedrich Wilhelm creció con la doble conciencia mesiánica de ser hijo del rey e hijo de Dios en el seno de una familia marcada por el cristianismo protestante. No sólo su padre, Karl Ludwig era pastor protestante, sino que éste había contraído matrimonio con Franziska Oehler, hija de otro pastor protestante.
El protestantismo, la música y quizás la enfermedad de su padre o, al menos, la angustia continua por llegar a padecerla conformaron la herencia que Nietzsche hijo recibió cuando , sin haber llegado a cumplir los cinco años, su padre murió como consecuencia de una enfermedad mental (reblandecimiento cerebral, según la terminología de la época).
Quedó así rodeado de mujeres, su madre, su abuela paterna Erdmuthe, su dos tías paternas –Auguste y Rosalie- y su hermana Elisabeth que constituyeron su nuevo hogar en Naumburg.El joven Nietzsche debía seguir la carrera eclesiástica de su padre por lo que debía recibir una buena formación lo que le llevó a ingresar en la renombrada escuela de Pforta en 1858, donde habían estudiado Fichte, Schlegel y Ranke, con el fin de cursar sus estudios de enseñanza secundaria previos a sus estudios universitarios.
En Pforta recibió una excelente formación. Durante seis años se familiarizó con las obras y las lenguas clásicas hasta el punto de llegar a tener un perfecto dominio del griego y del latín. Además, tuvo contacto con el método histórico-crítico y su aplicación a la lectura de los textos clásicos.
Sus inclinaciones a la literatura, la poesía, el ensayo y la música eran patentes y se concretaron en la fundación en Naumburg el 25 de Julio de 1860 de la asociación Germania. Dicha asociación fue cofundada junto con sus dos amigos Gustav Krug –que le puso en contacto con la música de Wagner a través de la adaptación para piano del Tristán- y Wilhelm Pinder –apasionado por la poesía-.
El propósito de Germania era la composición de ensayos, poemas u obras musicales que intercambiarían entre sí los tres amigos una vez al mes y que les comprometía a todos y cada uno, además, a realizar una amistosa crítica de las obras recibidas.
En Pforta trabó amistad con Carl von Gesdorff con el que improvisaba todas las tardes al piano en la sala de música y con Paul Deussen, hijo también de pastor protestante, y que llegó a ser estudioso de la filosofía india, traductor de los Upanisad, editor de Schopenhauer y fundador de la Sociedad Schopenhauer. Con él le unió su gusto por la poesía. En particular por la poesía de Anacreonte que recitaban, en griego claro está, mientras paseaban.
En 1864 ingresó en la Universidad de Bonn matriculándose en Filología y en Teología, para no desilusionar a su madre ya que seguía empeñada en que su hijo fuera pastor protestante.
Durante este tiempo aclaró definitivamente su posición con respecto a Dios y el cristianismo al estudiar la historia de éste y la lectura de la Vida de Jesús de David Friedrich Strauss. Consecuencia de ello fue su decisión de abandonar la facultad de Teología sin contar con nadie. Tal decisión provocó un enfrentamiento abierto entre él y su madre que se zanjó por su parte en la decisión de no volver a hablar de religión jamás con ella y ésta tuvo que resignarse a la nueva situación.
El 17 de octubre de 1865 Nietzsche llega a Leipzig para continuar en su universidad sus estudios filológicos. Una de las razones de su cambio de universidad fue el traslado a ésta de su maestro de Bonn, Friedrich Ritschl, debido a un enfrentamiento con su colega Otto Jahn
Ritschl, defensor del método histórico-crítico, influyó en Nietzsche animándole a formar junto con otros estudiantes una asociación filológica en la que pudieran presentar, escuchar y discutir los trabajos filológicos de cada miembro. Nietzsche redactó un trabajo sobre los últimos fragmentos de Teognis y se lo dio a leer a su maestro. Éste quedó tan impresionado por su trabajo que, a partir de entonces, su relación fue estrechándose.
También en 1865, y por casualidad, leyó El mundo como voluntad y representación de Schopenhauer. Fue tal el impacto que le produjo que asumió dicha filosofía como guía de su vida.
Desde el invierno de 1865 a 1866 y hasta el verano de 1867 trabajó intensamente elaborando una serie de trabajos filológicos sobre los fragmentos de Teognis, las fuentes de la Vida y opiniones de los filósofos ilustres de Diógenes Laercio, la tradición de los títulos de las obras de Aristóteles, el lamento de Dánae de Simónides, Homero y Hesíodo, etc. Algunos de estos trabajos fueron publicados por entonces y otros poco más tarde.
Afloró entonces una de sus grandes preocupaciones: el no tener un estilo propio. Le parecía que su estilo era simplemente pasable.
En el semestre de verano de 1867 se hizo amigo de Erwin Rohde. Aquí la base de su amistad no fue ni la poesía , ni la música, sino una base ético-filosófica.
Con Rohde discutía sobre estos asuntos desde opiniones aparentemente divergentes para llegar a concluir que, en el fondo, les unía una armonía plena y serena. En el fondo –como el mismo Rohde confesaría- fue Schopenhauer quien les acercó.
Intentó realizar su servicio militar en Berlín pero fue asignado al cuerpo de artillería montada de Naumburg, con lo que regresó a su casa materna. Tras cinco meses de instrucción militar cayó de un caballo produciéndosele una herida en el pecho que le llevó a no ser declarado apto temporalmente para el ejercicio del servicio militar.
El 14 de octubre de 1868 acabó definitivamente su año de servicio militar obligatorio y al día siguiente, día de su cumpleaños, regresó a Leipzig para preparar su doctorado.
Allí se instaló como Privatdozent (profesor privado). Algunos de sus trabajos alcanzaron gran notoriedad en la Universidad y el Zentralblatt de Friedrich Zarncke publicó algunas de sus reseñas. Visitaba asiduamente a Ritschl y al orientalista Hermann Brockhauss, casado con una de las hermanas de Wagner, y frecuentaba la casa del historiador y periodista Karl Biedermann en la que se reunían multitud de literatos y artistas. Su postura ante la música de Wagner que había considerado en su etapa universitaria como despreciable por pertenecer a las nuevas músicas había variado pendularmente. Al poco de su vuelta a Leipzig (noviembre de 1868) en la casa de Brockhaus se le presentó la ocasión de conocer personalmente a Wagner y fue definitivamente arrebatado por su figura. Entonces, se hizo wagneriano al tiempo que se iba alejando de la filosofía de Schopenhauer.
A comienzos del mes de diciembre, la cátedra de Lengua y Literatura griegas de la Universidad de Basilea quedó vacante por el traslado de su titular Adolf Kiessling.
El mismo Kiessling, impresionado por los artículos de Nietzsche que había leído en el Rheiniches Museum, pidió informes a su antiguo maestro Ritschl. Los informes fueron más que favorables y el propio Kiessling los trasladó al consejero de educación del gobierno de la ciudad de basilea, Wilhelm Vischer-Bilfinger.
Vischer-Bilfinger, por su cuenta y riesgo, había escrito a seis de los más influyentes catedráticos alemanes solicitándoles información acerca de los jóvenes filólogos más capacitados para desempeñar dicho puesto y, uno de ellos, Hermann Usener -de Bonn- también recomendó a Nietzsche. El consejero se dirigió directamente a Ritschl que le confirmó los informes dados a Kiessling.
En consecuencia, el 12 de febrero de 1860 fue nombrado catedrático de Lengua y Literatura griegas de la Universidad de Basilea, sin tan siquiera ser doctor universitario.
El 23 de marzo, la Facultad de Filología de la Universidad de Leipzig concedió a Nietzsche el título de doctor por sus trabajos en el Rheinisches Museum. El 17 de abril obtuvo la nacionalidad suiza y a las dos de la tarde del 19 de abril llegó a Basilea para tomar posesión de su cátedra.
En Basilea fue profesor en la Universidad y en el Pädagogium. Sus alumnos le recordaban como un profesor humano y capaz de inducir al estudio incluso a los más perezosos. De hecho, una de las grandes preocupaciones de Nietzsche era la educación de los jóvenes y la función de los centros educativos apostando abiertamente por una reforma del sistema educativo vigente entonces.
La guerra franco-prusiana interrumpió su actividad docente. Al tener la nacionalidad suiza sólo pudo intervenir como enfermero. Pero su actividad “bélica” acabó en poco tiempo debido a la disentería y la difteria.
Durante su estancia en Basilea conoció al famoso historiador Jacob Burckhardt al que tuvo en alta estima durante toda su vida.
Burckhardt tenía una postura abiertamente crítica contra el gobierno de Bismarck, que le parecía que, como todo Estado, se oponía a la auténtica cultura. Nietzsche coincidía plenamente con él en este punto.
A pesar de ello, reconocía que la nación alemana tenía una misión, la de superar la nueva civilización que estaba en su ocaso como habían demostrado los hechos de la Comuna de París. (Nietzsche estaba muy impresionado por la falsa noticia que recorrió Europa según la cual los comuneros habían incendiado el museo del Louvre).
Alemania debía superar mediante la cultura (el arte) la superficialidad y elegancia francohebraica y la codicia financiera de su época. Y debía hacerlo mediante la música de Wagner.
Estaba hechizado con la figura y la música de Wagner desde su primer encuentro en Leipzig y, al instalarse en Basilea, tuvo ocasión de ser asiduo visitante de la casa de Wagner en Tribschen donde consolidó su amistad tanto con él como con Cósima von Bülow que había abandonado a Hans von Bülow para irse a vivir con Wagner.
En 1872 vio la luz su primera obra El origen de la tragedia. Una gran cosmodicea (interpretación del mundo y de la vida) en clave estética en la que ensalzaba el espíritu griego frente a la decadencia occidental y proponía una vuelta al primero a través del renacimiento del mito germánico mediante la música de Wagner
La obra de Nietzsche fue bien acogida por Wagner y los wagnerianos, pero no así en el ámbito académico universitario. De hecho, uno de sus mayores opositores fue el filólogo Ulrich von Willamowitz-Möllendorf. Así, el prestigio universitario de Nietzsche comenzaba su decadencia.
En 1873 conoció a Paul Rée con el que mantuvo una estrecha relación de amistad que duró algunos años.
Entre 1873 y 1876 redacta su escrito Consideraciones Intempestivas compuesto por cuatro ensayos: “David Strauss, el confesor y el escritor”, “Sobre la utilidad y la desventaja de la ciencia histórica para la vida”, “Schopenhauer como educador” y “Richard Wagner en Bayreuth”.
Esta última consideración lleva la adulación a Wagner, que había trasladado su residencia a Bayreuth, y a su misión histórica hasta el extremo. Hasta el punto de que el propio Nietzsche declara que en el verano de 1876 sintió “asco de sí mismo”.
Ese asco muestra la evolución de Nietzsche más allá de Wagner y de su visión estética de la vida. Así, se convierte en un espíritu libre comenzando la redacción de la primera versión de su obra Humano, demasiado humano que verá la luz en 1878 convirtiéndole en un apóstata del wagnerian¡smo y rompiendo su amistad con Wagner.
Tras la ruptura con Wagner redacta en 1879 Opiniones y sentencias (segunda parte de Humano, demasiado humano). Al mismo tiempo su salud había ido empeorando, sus dolores de cabeza aumentaban e iban acompañados de vómitos frecuentes, lo que le llevó a escribir una carta de dimisión de su cargo de la Universidad de Basilea el 2 de mayo del mismo año. Su dimisión fue aceptada concediéndole una pensión que le permitiría vivir dignamente el resto de sus días.
A partir de entonces se convirtió en un fugitivo errante, como él mismo confesó a su amigo Paul Rée. Es decir, estuvo cambiando continuamente de residencia entre Italia, Francia, Suiza y Alemania sin establecerse en ningún sitio hasta que perdió la razón.
A mediados de junio de 1879 llegó a St. Moritz donde permaneció tres meses con sucesivas recaídas y mejorías. Allí redactó la tercera parte de Humano, demasiado humano titulada El caminante y su sombra.
Durante el invierno de 1879 a 1880 su salud estuvo seriamente afectada: una sensación continua de mareo, dolor y opresión constantes en la cabeza y en los ojos y una sensación general de parálisis que le dificultaba hasta el habla, a la vez que crisis de vómitos que llegaban a durar hasta tres días.
El año 1880 lo pasó entre Naumburg, Riva del Garda, Marienbad, vuelta a Naumburg, Stresa para recalar finalmente durante varios meses (invierno de 1880 a 1881) en Génova.
Allí dio forma definitiva a las notas de sus pensamientos que había tomado durante 1880 dando lugar a Aurora, primera obra del nuevo Nietzsche sin convicciones en la que aboga por la supresión de la moral.
En el verano de 1881, tras la publicación de Aurora, se instala en Sils-Maria que se convertirá en su residencia de verano hasta 1888 con excepción del verano de 1882. Allí descubrió, a través de la obra de Kuno Fischer, la figura de Spinoza con cuya filosofía le pareció tener notables coincidencias y a primeros de agosto llegó a su gran descubrimiento, que él denominaría su nuevo centro de gravedad, la doctrina del eterno retorno.
El invierno de 1881 a 1882 lo pasó de nuevo en Génova. Allí se propuso escribir la continuación de Aurora alumbrando así La gaya ciencia. En esta obra Nietzsche intenta anunciar su filosofía de afirmación de la vida. Su redacción definitiva comprende cinco libros pero publicó cuatro de ellos junto con un preludio en verso titulado “Broma, malicia y venganza” en el verano de 1882
En 1882 estuvo en Roma donde conoció a Lou Andreas Salomé, de la que se enamoró perdidamente hasta el punto de que le propuso el matrimonio. Ella declinó tal propuesta y la consecuencia de ello fue la ruptura de su amistad con ella y con su antiguo amigo Paul Rée.
Así, durante el invierno de 1882 a 1883 vivió atormentado por el resentimiento contra Salomé y Rée, rompió con su familia y se despreciaba a sí mismo hasta el punto de estar, como el mismo referirá, a las puertas del suicidio.
En esta situación personal se pergeño la idea del superhombre que constituirá la primera parte de su obra capital Así habló Zaratustra que redactará y publicará por partes entre 1883 y 1885.
Durante su estancia en Niza de 1883 a 1884 tuvo una breve relación, de semanas, con un joven médico de Viena, Joseph Paneth, que anotó sus encuentros con Nietzsche en un diario de gran interés. Además, Paneth, era “el amigo Joseph” del que Freud hablará en la Interpretación de los sueños por lo que es probable que Freud tuviera una pronta noticia del pensamiento de Nietzsche a través de él.
En 1886 se encontró por última vez con Erwin Rohde en Leipzig donde constató que su amistad se había ido enfriando. De hecho, romperá definitivamente con él en carta fechada el 21 de mayo de 1887.
También entre 1886 y 1887 publicó los nuevos prólogos al Nacimiento de la tragedia, a Humano, demasiado humano –que se publicó en dos volúmenes, constituyendo el segundo Opiniones y Sentencias y El caminante y su sombra-, a Aurora y a La Gaya Ciencia –a la que agregó el quinto libro y las “Canciones del príncipe Vogelfrei”-. Además, publicó él mismo, ya que no encontró editor, Más allá del Bien y del mal y La genealogía de la moral.
Desde entonces, se dedicó a intentar elaborar una obra cuyo proyecto ya había concebido en 1885 y que llevaría el título de La voluntad de poder. Estableció varios índices de la futura obra, organizo y reorganizó sus materiales. Hizo una primera elaboración que contenía 372 fragmentos de sus apuntes ordenados y numerados por él mismo.
También escribió entre mayo y agosto de 1888 El caso Wagner en el que volvía exponer sus posiciones críticas frente a la figura de Wagner y su música.
En los últimos días de agosto y los primeros de septiembre de 1888 elaboró un nuevo plan organizado en doce capítulos en el que el título de su futura obra fue modificado por el de Transvaloración de todos los valores. De este plan surgirían sus obras El Anticristo y el Crepúsculo de los ídolos.
El 30 de septiembre de 1888 concluyó ambas obras y se apoderó de él, desde entonces, un gran estado de excitación. De hecho, añadió al Anticristo un epílogo titulado “Ley contra el cristianismo” que introdujo así: “Dada en el día de la salvación, en el primer día del año uno (el 30 de septiembre de 1888 de la falsa cronología).
A partir de la segunda mitad del mes de octubre e inmerso en ese estado de euforia escribió el relato autobiográfico Ecce Homo.
De aquí hasta el dos de enero de 1889, en que su euforia crecía a la vez que su enfermedad se iba agravando, compuso Nietzsche contra Wagner y Ditirambos de Dionisos.
El 3 de enero de 1889 se desmayó en la plaza Carlo Alberto de Turín y entre los días 3 y 8 escribió las “misivas de la locura” a todos sus amigos, a príncipes y hombres de Estado, a Bismarck y al rey de Italia Humberto I. Estas cartas iban firmadas como Dionisos, Nietzsche-César o Dionisos-Crucificado. Muchas de ellas no llegaron a ser enviadas.
En la carta dirigida al historiador Burckhardt, fechada el 6 de enero, decía: “Querido señor profesor, al final me habría gustado ser más profesor en Basilea que Dios, pero no me he atrevido a llevar mi egoísmo personal tan lejos como para saltarme la creación del mundo”.
El 9 de enero su amigo Overbeck le sacaba de Turín ya que había perdido definitivamente la razón.
Estuvo hospitalizadorimero en Basilea y más tarde en Jena hasta que, en el mes de marzo, su madre se hizo cargo de él y lo llevó a Naumburg donde le cuidó hasta su muerte en 1897. A partir de entonces se hizo cargo de él su hermana Elisabeth.
Su hermana Elisabeth se había casado con Bernhard Föster (de ideología nazi) y había emigrado con él a Paraguay para fundar allí una colonia alemana de raza aria y antisemita denominada Nueva Germania. A su vuelta a Naumburg para hacerse cargo de su hermano fundó en Archivo Nietzsche en Weimar donde se dedicó a mutilar la obra de Nietzsche de tal forma que sus ideas coincidieran con las del partido nazi.
Pero, al mismo tiempo, en Basilea había un grupo de admiradores de Nietzsche , con Overbeck a la cabeza, que se enfrentaron contra el Archivo Nietzsche de Weimar por el Nietzsche que estaban dando a conocer.
El caso es que hasta su muerte la figura de Nietzsche fue creciendo llegando a convertirse en objeto de culto. El archivo Weimar se convirtió en lugar de peregrinación de los nietzschanos de todos los credos y colores, su hermana lo mostraba a ciertos visitantes privilegiados y sus obras tuvieron tiradas excepcionales. Además, se vendían de él retratos, estatuillas y, tras su muerte, hasta una reproducción de su máscara mortuoria debidamente retocada. (Todo esto con la oposición y la indignación del grupo de Basilea).
El 25 de agosto de 1900 sumido en la más profunda sinrazón, la de su locura, salió de este mundo. Sus restos fueron trasladados a su ciudad natal, Röcken, siendo enterrado, paradójicamente, junto a la Iglesia parroquial de la que su padre fue ministro.