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MARX, K. El Capital I, XXIII, 4
"La ley seg煤n la cual el desarrollo de la fuerza productiva social del trabajo reduce progresivamente, en proporci贸n a la eficacia y la masa de sus medios de producci贸n, la masa de fuerza de trabajo que es necesario gastar, se expresa en el terreno capitalista 聳donde no es el trabajador el que emplea los medios de trabajo, sino 茅stos al trabajador- de la siguiente manera: cuanto mayor sea la fuerza productiva del trabajo, tanto mayor ser谩 la presi贸n de los obreros sobre sus medios de ocupaci贸n, y tanto m谩s precaria, por tanto, la condici贸n de existencia del asalariado: venta de su fuerza de trabajo para aumentar la riqueza ajena o para la autovalorizaci贸n del capital. El incremento de los medios de producci贸n y de la productividad del trabajo a mayor velocidad que el de la poblaci贸n productiva se expresa, capitalistamente, en su contrario: en que la poblaci贸n obrera crece siempre m谩s r谩pidamente que la necesidad de valorizaci贸n del capital聰.
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MARX, K. El Capital I, XXIV, 1
聯La relaci贸n del capital presupone la escisi贸n entre los trabajadores y la propiedad sobre las condiciones de realizaci贸n del trabajo. Una vez establecida la producci贸n capitalista, la misma no s贸lo mantiene esa divisi贸n sino que la reproduce en escala cada vez mayor. El proceso que crea a la relaci贸n del capital, pues, no puede se otro que el proceso de escisi贸n entre el obrero y la propiedad de sus condiciones de trabajo, proceso que, por una parte, transforma en capital los medios de producci贸n y de subsistencia sociales, y por otra convierte a los productores directos en asalariados. La llamada acumulaci贸n originaria no es, por consiguiente, m谩s que el proceso hist贸rico de escisi贸n entre productor y medios de producci贸n. Aparece como 聯originaria聰 porque configura la prehistoria del capital y del modo de producci贸n correspondiente al mismo聰. |
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MARX, K. Elementos fundamentales para la cr铆tica de la Econom铆a Pol铆tica (Grundrisse), 115
聯El cambio de la mercanc铆a por otra mercanc铆a mediante el dinero es un momento de la circulaci贸n. Pero asimismo tiene lugar el otro momento, en el que no s贸lo la mercanc铆a se cambia por dinero y el dinero por mercanc铆a, sino que igualmente el dinero se cambia por la mercanc铆a y la mercanc铆a por el dinero. De este modo el dinero, a trav茅s de la mercanc铆a, es mediado por s铆 mismo y se presenta como la unidad que en su circulaci贸n converge consigo misma. El dinero entonces ya no se presenta como medio, sino como fin de la circulaci贸n (...) Si la circulaci贸n es considerada no solamente como un perpetuo movimiento, sino que se atiende a los circuitos que ella recoge en su interior, este c铆rculo se presenta entonces con un doble aspecto: por una parte tenemos mercanc铆a-dinero-dinero-mercanc铆a; por la otra, dinero-mercanc铆a-mercanc铆a-dinero. O sea: si vendo para comprar, puedo de igual modo comprar para vender. En el primer caso el dinero es s贸lo medio para obtener las mercanc铆as, y las mercanc铆as son el fin; en el segundo caso la mercanc铆a es solamente el medio para obtener dinero y el dinero es el fin. Y es esto lo que se advierte con facilidad si consideramos al mismo tiempo todos los momentos de la circulaci贸n.聰
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MARX, K. Elementos fundamentales para la cr铆tica de la Econom铆a Pol铆tica (Grundrisse), 185
聯Si consideramos el intercambio entre capital y trabajo, tenemos que se descompone en dos procesos contrapuestos, diferentes no sólo desde el punto de vista formal, sino también cualitativamente:
1) El trabajador intercambia su mercancía 聳el trabajo, el valor de uso que como mercancía también tiene un precio, como todas las demás mercancías-, por determinada suma de valores de cambio, determinada suma de dinero, que el capital le cede.
2) El capitalista recibe en cambio el trabajo mismo, el trabajo como actividad creadora de valores; es decir, recibe en cambio la fuerza productiva que mantiene y reproduce al capital y que, con ello, se transforma en fuerza productora y reproductora del capital, en una fuerza perteneciente al propio capital聰.
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MARX, K. - ENGELS, F. Manifiesto comunista, 聯Actitud de los comunistas frente a los otros partidos de la oposici贸n聰
聯Resumiendo: los comunistas apoyan en todas partes, como se ve, cuantos movimientos revolucionarios se planteen contra el régimen social y político imperante.
En todos estos movimientos se ponen de relieve el régimen de la propiedad, cualquiera que sea la forma más o menos progresiva que revista, como la cuestión fundamental que se ventila.
Finalmente, los comunistas laboran por llegar a la unión y la inteligencia de los partidos democráticos de todos los países.
Los comunistas no tienen por qué guardar encubiertas sus ideas e intenciones. Abiertamente declaran que sus objetivos sólo pueden alcanzarse derrocando por la violencia todo el orden social existente. Tiemblen, si quieren, las clases gobernantes, ante la perspectiva de una revolución comunista. Los proletarios, con ella, no tienen nada que perder, como no sea sus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo entero que ganar.
¡Proletarios de todos los Países, uníos!聰.
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