El funcionamiento de la red de tercera generación se representa en la animación mediante líneas que acceden a los diversos dispositivos.
El grosor de la línea corresponde al ancho de banda que requiere el dispositivo. Una conexión a Internet 3G en un ordenador personal requiere más ancho de banda que un móvil enviando SMS. Sin embargo, no quedan canales asignados cuando no hay necesidad de intercambio de información, pero el usuario percibe que está conectado en todo momento.
La barra verde de la derecha muestra la carga de la estación. Cuando se llega al máximo, debe repartir sus recursos entre los dispositivos a los que atiende y reduce los anchos de banda automáticamente.