El siglo XXI (II)
Si la tecnología nos ha hecho independientes de los cambios en el medio natural
(salvo casos extremos) hoy en día podemos seguir haciendo
nuestra vida con frío, calor, lluvia o nieve. No obstante, nos
ha hecho dependientes de máquinas cada vez más complejas y de
alto consumo energético.
La actividad tecnológica tiene una repercusión en nuestro entorno muy difícil
de prever y puede tener consecuencias negativas para nuestro entorno.
El desarrollo sostenible pretende hacer compatible la
calidad de vida que nos proporcionan los avances tecnológicos con el respeto al medio
ambiente buscando maneras de minimizar el impacto ambiental de la tecnología.
Las claves para lograr el desarrollo sostenible son:
La eficiencia energética, es decir, el ahorro de energía, que impida el
despilfarro de los recursos naturales, el reciclaje de los residuos e investigar y potenciar las energías renovables.
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