Oposición política y social
La Restauración trajo a España, como hemos visto, una pacificación y una tranquilidad importante a la vida política, especialmente con respecto a las etapas anteriores, llenas de guerras civiles, pronunciamientos militares y revueltas populares. Todo esto conllevó también una importante mejora en la economía. Lo que no consiguió fue la democratización del país. El sistema de la Restauración se basaba en un bipartidismo férreo y en una alternacia en el poder basada en el fraude electoral. Eso dejaba fuera, lógicamente, cualquier otra opción política, desde las existentes ya anteriormente (republicano, carlistas) hasta los nuevos movimientos sociales y políticos que aparecen: el movimiento obrero, escindido en anarquistas y socialistas, y el nacionalismo, especialmente activo en Cataluña y el País Vasco.
|
|