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4. Nietzsche y la crítica genealógica a la ética y a la moral |
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Friedrich Nietzsche
(1844-1900) es un filósofo alemán muy importante para la edad contemporánea.
En su filosofía hace una crítica de la cultura en sentido general, y más en particular,
de la filosofía y de la ética. Nietzsche fue profesor en Basilea (Suiza) en su juventud,
después, debido a una enfermedad, dejó su puesto de profesor y viajó buscando lugares
propicios para el reposo (estuvo en los Alpes, en la costa francesa y en la costa italiana).
Nietzsche se aleja ya de las éticas que hemos llamado
"de la conciencia"; sus escritos sobre la ética podemos clasificarlos dentro de lo que
denominaremos "éticas de la era del lenguaje" o, simplemente, "del lenguaje", por dar
una gran importancia a los análisis del lenguaje.
Algunos estudiosos opinan que Nietzsche no tiene propiamente
una ética, sino más bien una antiética, debido a que su labor más importante es la de
analizar y criticar, para después rechazar, las éticas anteriores. El propio Nietzsche se
llama a sí mismo "inmoralista" y clama por una "autosuperación de la moral". No obstante,
al mismo tiempo que rechaza la moral, elabora una serie de conceptos con los que propone
una actitud vital que para él sería la auténtica y, por tanto, esta propuesta de actitud
vital podría considerarse como una propuesta, en cierto modo, moral. Por tanto, diremos
que su ética es sobre todo una crítica a las demás éticas, añadiendo una cierta propuesta
moral a la que nos referiremos más tarde. Las obras más importantes de Nietzsche para
entender su pensamiento respecto a la ética son "Más allá del bien y del mal" y "La
genealogía de la moral". Veamos más detalladamente:
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-La crítica a la moral y a la ética: Nietzsche subraya que los códigos morales y las éticas que estudian o fundamentan estos códigos morales se presentan como desveladoras de profundas verdades sobre el ser humano. Sin embargo, esta presentación es un gran fraude de la historia de la humanidad. Es famoso su análisis de la moral cristiana en el que manifiesta cómo los valores cristianos, por ejemplo, la humildad, o la compasión, se basan realmente en la hipocresía y en el resentimiento. Los valores morales son estratagemas de dominio de unos hombres para otros. Unos hablan de esos valores, los defienden, y se los crean o no, les sirven de control sobre otros hombres. Pero ninguna moral y ninguna ética reconocen esto pues es esencial para ellas el ocultarlo. Para descubrir esas ocultaciones propone Nietzsche un método que él llama "genealógico". Emprende una "genealogía de la moral". Se trata de hacer análisis psicológicos y de uso del lenguaje a partir de textos éticos y morales y de observaciones de conductas morales. Un ejemplo interesante de ello es el análisis del término "virtud" en griego (areté). Nietzsche, que era filólogo clásico, demuestra cómo este término evolucionó en la antigua Grecia de un significado principalmente asociado a la fuerza y a la habilidad del guerrero, o unido a la destreza en la ejecución de una obra técnica y/o artística, a una significación principalmente de tipo moral (virtud como bondad moral).
-La reivindicación nietzscheana de una "moral de señores":
Para Nietzsche las morales y las éticas que hacen pasar por "verdaderos" y "universales"
unos valores son "morales de esclavos". Su propuesta entraña la total libertad creativa de
cada hombre en el más estricto sentido, en un sentido parecido al que se aplica cuando se
habla en el arte contemporáneo de la libertad de un artista. La "moral de señores" rechaza
elaborar un elenco de valores exigibles a los demás. Cada hombre ha de realizar sus deseos y
dejar que también se expresen los deseos de los demás, sin códigos verdaderos previos. Es
obvia la dificultad de una propuesta de este tipo. Para entenderla mejor podemos compararla
a la excelencia de un deportista en cualquier tipo de juego: un deportista, en buena lid, es
un buen deportista si deja que las habilidades de los demás deportistas se manifiesten. En
este juego libre vencerá o será vencido. Siempre con grandeza, con señorío.
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