La agricultura comercial europea que se caracteriza porque las explotaciones se encuentran aún en manos de empresas familiares aunque han proliferado las cooperativas y las grandes empresas, porque practican una agricultura de tipo intensivo con altos rendimientos por hectárea y porque destinan su producción a los mercados nacionales o de países cercanos.

La agricultura de países nuevos como Canadá, Estados Unidos o Australia que se caracteriza porque las explotaciones están controladas por grandes empresas o “corporation farms” que se encargan del cultivo y la comercialización, se especializan en el cultivo que más beneficios proporciona, se encuentran altamente mecanizadas y practican una agricultura extensiva de altísima productividad.

 

La agricultura de plantación dedicada al monocultivo de productos tropicales como el café, el cacao, el té, el caucho, el algodón, la piña o el azúcar. La agricultura de plantación emplea numerosa mano de obra, está controlada por grandes empresas, utiliza métodos modernos y técnicas avanzadas pero sus beneficios no repercuten en la población en la que se encuentran sino que enriquecen a las compañías exportadoras.