Los sólidos tienen volumen constante, no se pueden comprimir (casi) porque:
Las partículas del sólido tienen volumen constante al contrario que en el caso de los gases y, por tanto, su volumen no varía al intentar comprimirlos.
Las partículas están muy próximas entre sí y las distancias entre ellas son muy pequeñas.
Las partículas aumentan de volumen cuando el sólido se comprime, al contrario de lo que sucede con las partículas de los gases.
Las partículas están fijas sin ningún tipo de movimiento.
Los sólidos son rígidos y difícilmente deformables, porque:
Las partículas tienen mucha masa.
A la temperatura habitual, sus partículas están en reposo total.
Las partículas del sólido son rígidas y por tanto muy difíciles de deformar.
Sus partículas están unidas por grandes fuerzas de atracción y, por este motivo, no pueden cambiar de posición.
Se da cuando se alcanza la temperatura de ebullición
Los sólidos al calentarse se dilatan (aumento de volumen) un poco, porque:
Las partículas del sólido al calentarse aumentan de volumen y se dilatan.
Al calentar aumenta la amplitud de la vibración de las partículas.
Las partículas del sólido se encuentran en reposo y al calentar comienzan a vibrar.
Al calentar aumenta el volumen de las partículas y, por lo tanto, aumenta el volumen del sólido
Una sustancia sólida se diferencia de la misma sustancia líquida en:
La forma y el tamaño de sus partículas
El tamaño de sus partículas
La libertad de movimiento de sus partículas
El calor que tienen
El hielo se transforma en agua a 0 ºC, decimos que:
La temperatura de fusión del hielo es de 0 ºC
La temperatura de sublimación del hielo es de 0 ºC.
La temperatura de ebullición del hielo es de 0 ºC.
El hielo se transforma en otra sustancia, el agua, al alcanzar los 0 ºC
La temperatura a la que funden las sustancias sólidas depende de: